SAN SEBASTIÁN. El presidente de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), responsable del barco Aita Mari, Íñigo Mijangos, ha pedido a las Juntas Generales de Gipuzkoa que impulsen la solicitud de “un pasaporte humanitario o una fórmula equivalente” para trasladar a la CAV a refugiados rescatados en el Mediterráneo “con necesidades urgentes”.

Mijangos ha hecho esta petición tras denunciar “el incumplimiento de derechos fundamentales” que padecen los migrantes en las islas del Egeo, “con el apoyo y responsabilidad de las instituciones europeas”, durante una comparecencia de varios miembros de la ONG vasca este lunes ante la Comisión de Derechos Humanos y Cultura Democrática de la cámara foral.

Tras ser recibido por el presidente de la institución, Xabier Ezeizabarrena, Mijangos ha detallado a los parlamentarios guipuzcoanos su experiencia a bordo del Aita Mari, el atunero reconvertido en buque de salvamento que el pasado 26 de noviembre desembarcó en el puerto siciliano de Pozzallo a 79 migrantes que había rescatado cinco días antes en el Mediterráneo.

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El presidente de SMH ha ofrecido a la comisión abundante información de “la situación” que han percibido durante su estancia en las islas del Egeo, que ha calificado de “insostenible y totalmente incompatible con cualquier estándar humanitario”.

“Las condiciones de vida” en los centros de extranjeros y campos de refugiados de islas como Lebos o Quíos “son deplorables e inhumanas”, ha denunciado Mijangos, quien ha agregado que “se parecen más a campos de concentración” que a lugares de acogida y registro de urgencia.

El sistema de acogida europeo “derivado del reglamento de Dublín”, ha agregado, “es el principal causante de esta situación” y “se ha demostrado a todas luces incapaz de gestionar los flujos de desplazados”.

Ha asegurado además que en cualquiera de “las tres grandes rutas marinas” definidas en el Mediterráneo Oeste (España), Central (Italia y Malta) y Este (Grecia) “se han ido sustituyendo los recursos de rescate por otros policiales y militares” que centran sus labores en “la protección de fronteras” en vez de “en las necesidades humanitarias”.

De “especialmente grave” ha calificado lo que está ocurriendo en las aguas internacionales de la denominada zona SAR, que “genera una franja de unas 80 millas náuticas (unos 150 kilómetros) en la que actúa exclusivamente la marina Libia”, que está “facilitando de facto devoluciones en caliente a un país en guerra”.

Por ello ha considerado necesario que barcos de ayuda civiles como el Aita Mari “permanezcan, como observadores o como recursos de rescate, en esa zona”, con el fin de “poder asistir a los botes” con migrantes “de manera eficaz” y “respetar el principio de no devolución establecido en el derecho internacional”.

Ante esta situación, el presidente de SMH ha pedido a las Juntas que “pongan en marcha las iniciativas necesarias” para que, mediante “acuerdos bilaterales” entre los gobiernos vasco y central, “sea posible solicitar” pasaportes humanitarios o documentos equivalentes que permitan trasladar a Euskadi, y a Gipuzkoa en particular, a los migrantes con necesidades urgentes y sus familiares acompañantes.

También ha instado al ejecutivo de Pedro Sánchez a que “alcance acuerdos de reubicación” con países de la UE como Grecia, Italia o Malta, que incluya a los solicitantes de asilo en proceso y a aquellos que se encuentren en trámite de recurso por haberles sido denegando inicialmente, con el objetivo de que sus peticiones sean trasladadas a España.

Ha pedido asimismo al Gobierno de Madrid que “proteja” a los buques de rescate y ayuda humanitaria y “facilite la coordinación” de las operaciones de desembarco en el Mediterráneo central, y a la UE que “modifique el reglamento de Dublín y la agenda sobre políticas migratorias para que se ajuste a su Carta de Derechos Fundamentales”.