Madrid – Un cambio absoluto en el concepto de votación y, quizás, hasta de
ciudadano. Hasta ahora el derecho a ejercer el voto era algo exclusivo de
las personas autóctonas de un país o nacionalizadas (salvo el caso de los
nacidos dentro de un país de la Unión Europea que pueden votar en las
elecciones municipales). El Ayuntamiento de Madrid dará un giro a este
concepto y permitirá que cualquier empadronado en la ciudad, mayor de 16
años, participe en la elección de sus representantes vecinales. «Fomentar
el sentido de pertenencia de los inmigrantes a la ciudad», resume la
concejal de Servicios Sociales, Ana Botella.
   La integración de los
extranjeros es una de las vertientes de este innovador proyecto. La otra
es conseguir que los órganos de representación vecinal se democraticen y
representen a la mayoría. Todos los madrileños (entendiendo aquí el
concepto como integrantes de la ciudad) están llamados a las urnas. Todos
los madrileños están llamados, si quieren, a ser candidatos.
   Más de tres millones de candidatos. Una de las novedades de las Mesas
de Diálogo y Convivencia Distrital (nombre de estos órganos) es que
cualquiera, sin necesidad de representar a un colectivo, puede ser
candidato.
   Habrá una Mesa por cada uno de los 21 distritos que hay
en la capital. Cada uno de los órganos de asesoramiento, control y, en
parte, ejecución (principales funciones de estas Mesas) se compondrá de un
máximo de 40 representantes. La distribución de los miembros será de la
siguiente forma: cuatro vocales representarán a las asociaciones de
vecinos; seis en representación de las asociaciones de inmigrantes; ocho
en representación de entidades ciudadanas (asociaciones comerciales,
padres…); un vocal en representación de una asociación gitana; 16
vecinos se presentarán a título individual (diez tendrán que ser
extranjeros); y cinco serán técnicos municipales relacionados con materias
de inmigración, seguridad, educación…
   Pero el gran
cambio no está en quiénes pueden ser candidatos, sino en quiénes pueden
votar a esos candidatos. Cualquier ciudadano mayor de 16 años podrá acudir
a las urnas y votar en las elecciones . Cualquiera, independientemente de
su nacionalidad. «Esto es la primera vez que ocurre en toda España. Nunca
los extranjeros han podido participar en unas elecciones en paridad de
derechos con las personas autóctonas», explica el director general de
Inmigración, Tomás Vera.
   Las urnas, en septiembre. Ya hay
también fecha para esta convocatoria electoral. El último fin de semana de
septiembre los más de tres millones de posibles votantes que viven en
Madrid podrán elegir a sus representantes vecinales.
   La
duración del mandato de todos los elegidos será de tres años y no cobrarán
ninguna retribución por ejercer su cargo.
   El reglamento de las
Mesas de Convivencia contempla que «cada entidad ciudadana podrá presentar
una candidatura salvo en el caso de las asociaciones de inmigrantes, que
podrán presentar dos con objeto de garantizar la presencia en las Mesas»,
dice el Reglamento. Botella incide en esta idea. «Queremos que se ponga el
acento en lo común, que los extranjeros participen en la vida de la ciudad
y que se den cuenta de que están en un país en el que las reglas son
distintas», explica. Estas Mesas se crean, principalmente, para integrar
en la «vida» de la ciudad a las personas que son de fuera.
   Las decisiones que se tomen en estos órganos colegiados podrán elevarse
para su aprobación en cada una de las Juntas de Distrito. Tendrán también
prioridad, a la hora de recibir subvenciones, los acuerdos que se tomen en
las Mesas.
   Lo que busca la Concejalía de Servicios Sociales es que
haya un auténtico órgano interlocutor que prevenga situaciones de riesgo y
exclusión social. Un órgano que esté en la calle y conozca la calle.