En el turno del debate con el representante de Coalición Canaria, el presidente del Gobierno anunció ayer que el ejecutivo considera una nueva modificación de la ley de extranjería cuyos extremos no precisó. El debate con los representantes del archipiélago, hostigado en los últimos meses por la llegada de barcazas repletas de inmigrantes sin recursos, se centró en este conflicto y en las medidas que está adoptando el ejecutivo para paliarlas.
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El presidente anunció que el Gobierno ha concertado el retorno de inmigrantes con Senegal, Argelia, Marruecos y Guinea Bissau para intentar descongestionar los centros de internamiento que, pese a las imágenes que en estos días han hecho públicas diversos medios de comunicación, “no están saturados” en opinión del presidente.
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Paulino Rivero fue muy duro en sus consideraciones. Aseguró que la llegada de inmigrantes, en “cayucos” pero también en aviones, mezclados entre los miles de turistas que visitan las islas, ha propiciado incluso una disminución de la cantidad y calidad de los empleos en el archipiélago.
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Zapatero replicó al representante Canario que el Gobierno “no ha actuado con improvisación” y le recordó que, a través de las gestiones desarrolladas por el ejecutivo “Europa está pro primera vez implicada en la solución de los problemas de Canarias” y elogió el papel que ha desarrollado la vicepresidenta en este conflicto.
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