BASAURI- Estudiantes de Basauri han vuelto a cocinar contra la xenofobia. Lo ha hecho el alumnado de Hostelería del Instituto Municipal de Formación Profesional Básica (antiguo Cipeb). Esta iniciativa se ha celebrado en el marco de la Estrategia AntiRumores de Basauri, organizada por el Área de Inmigración del Ayuntamiento en colaboración con este centro de Formación Profesional.

El Concurso de Pintxos AntiRumor de Basauri persigue el objetivo de “sensibilizar sobre el daño que hacen los prejuicios y rumores falsos en relación a determinados colectivos, culturas y orígenes en la convivencia social, ante los cuales deberíamos de tener una actitud crítica”, tal y como explica María Larrinaga, concejala de Inmigración en el Consistorio.

El concurso de pintxos se ha realizado entre el alumnado de segundo curso de Formación Profesional Básica de Hosteleria del Cipeb y ha supuesto para todos ellos “un proceso de formación y sensibilización en este tema” tan importante. Pero además ha sido un reto a nivel formativo dentro de la cocina para las y los alumnos que han participado, ya que han tenido que idear y después cocinar una elaboración que sirva para “expresar en un bocado lo que supone un prejuicio o un estereotipo”.

En este sentido, se han presentado un total de cuatro pintxos que escondían un mensaje y una sorpresa. El pintxo que ha sido reconocido como el mejor ha sido Esponja y Jabón, elaborado por Haizea, Aida y Leire. Según sus creadoras, “no invitaba precisamente a ser comido porque parecía estar compuesto de un jabón y una esponja”.

Sin embargo, como en este concurso una de las claves es que lo que se cocine no parezca lo que en realidad es, se trataba de un plato muy estudiado que era en realidad un bizcocho, merengue, chocolate blanco y café. Las ganadoras han obtenido como premio una cuchara y un delantal confeccionadas por el alumnado de Artes Gráficas del centro.

El jurado ha estado formado por la directora del Cipeb, una exalumna del centro, una persona agente de la red AntiRumores de Basauri y la concejala de Inmigración como representante del Ayuntamiento. Pero en este concurso, lo más importante no era ganar, sino participar y concienciar a través de la cocina. Por eso, todos los participantes han visto recompensado su trabajo a través del reconocimiento que supone la degustación pública del pintxo ideado por ellos mismos;y además han recibido un diploma.