Podía haber provocado una tragedia de dimensiones imprevisbles, que se ha evitado sólo porque la incursión ha tenido lugar pasadas las dos y media la madrugada, cuando el paso estaba cerrado. Ha sido el momento en que una furgoneta tipo Iveco de grandes dimensiones ha reventado a gran velocidad las líneas de la aduana de Marruecos y las dos puertas de la frontera del Tarajal que custodia la Policía Nacional y la Guardia Civil respectivamente. A bordo viajaban hacinados 52 inmigrantes subsaharianos. El conductor, de origen marroquí pero residente en Francia, está detenido.

Así lo han confirmado a este diario fuentes de la Benemérita en la Ciudad Autónoma, que han indicado que los ocupantes de la furgoneta en su mayoría procedentes de Guinea hay algunos heridos que no revisten gravedad, que todos fueron atendidos por Cruz Roja y, previa apertura de su expediente por parte de Policía Nacional, están ya en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la localidad. Se trata de 34 hombres, 16 mujeres y 2 niños.
El incidente se registra pocos días después de que el Ministerio del Interior anunciara el inicio de los trabajo en la valla de Ceuta y en la de Melilla para retirar las concertinas y sustituirlas por elementos no lesivos.

El uso de vehículos a gran velocidad para romper las líneas fronterizas no es nuevo en Ceuta, aunque nunca se había registrado una incursión con un número tan elevado de inmigrantes. En 2018 fue condenado un conductor de un todoterreno que introdujo a 14 personas en la ciudad mediante este violento método. Recibió multas por falsedad documental, por atentado contra os derechos de los ciudadanos extranjeros y año y medio de cárcelo por atentado en concurso con empeo de medios peligrosos, informa Efe.