SANTA CRUZ DE TENERIFE- Al menos cinco personas murieron ayer al volcar una patera que llegó de madrugada a la costa de Lanzarote, en un naufragio en el que hay cuatro supervivientes y entre cinco o seis personas desaparecidas.

La embarcación llegó a la 01.00 horas a la zona de Caleta de Caballo, en el municipio de Teguise, según el testimonio de los supervivientes, que informaron de que el total de ocupantes serían unos quince o dieciséis, aunque otras fuentes apuntan a doce o catorce.

Los cuatro ocupantes de la patera salvaron la vida después de que la embarcación volcara en una zona rocosa cercana a la costa y llegaron por sus propios medios a tierra.

Un vecino los vio y avisó a la Policía Local, que a su vez lo comunicó a la Guardia Civil.

LOS SUPERVIVIENTESLos cuatro rescatados, varones de origen magrebí, que presentaban buen estado de salud y no necesitaron ser trasladados a ningún centro sanitario, fueron atendidos en la misma playa por la Cruz Roja, que informaron de que uno de ellos podría ser menor de edad.

En Caleta de Caballo se desplegó un amplio dispositivo sanitario y de búsqueda con medios terrestres marítimos y aéreos en el que participan Salvamento Marítimo, Guardia Civil, Grupo de Emergencias y Salvamento del Gobierno de Canarias y Bomberos, entre otros.

Inicialmente, se recuperaron del mar tres cadáveres y posteriormente se encontraron otros dos.

El delegado del Gobierno en Canarias, Juan Salvador León, calculó entre cinco o seis los posibles desaparecidos de la patera naufragada.

León indicó que el aumento en la llegada de pateras a Canarias en los últimos días se ha podido deber al buen estado de la mar, pero en las últimas horas la situación ha cambiado sustancialmente a peor, lo que puede haber influido en el naufragio de la patera frente a la costa de Lanzarote.

El representante del Gobierno estatal en las islas aseguró que el dispositivo que busca a los desaparecidos es el máximo posible aunque señaló que será muy difícil rescatar con vida a alguna persona más dado que el mal estado del mar.

Con estos cinco fallecidos serían al menos once las personas que han muerto en lo que va de año intentando llegar por mar a Canarias desde la costa africana.

Los cinco fallecidos de ayer se suman a la mujer y un bebé que murieron ahogadas en mayo al desembarcar en la playa de Las Marañuelas, en Gran Canaria, y a las otras cuatro personas que perecieron hace unos días a 600 kilómetros al sur de las islas tras pasar dos semanas a la deriva en un cayuco en el Atlántico, hasta que fueron rescatados por un petrolero.

Esos dos sucesos se saldaron además con dos desaparecidos, a los que de momento hay que sumar a las personas que se buscan del naufragio de ayer.

En la costa lanzaroteña de Teguise encalló también una embarcación en enero de 2018, suceso en el que fallecieron siete de los 27 ocupantes y cuyo patrón fue condenado a once años de cárcel.

Al menos 336 inmigrantes han muerto al naufragar las pateras en las que viajaban para intentar llegar a España.

Según datos de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), hasta el 30 de octubre 324 migrantes han perdido la vida al intentar llegar a España por el Mediterráneo, a los que se suman al menos 12 víctimas en las costas de Canarias.

La ruta con mayor número de víctimas, 166, ha sido el cruce marítimo a lo largo del Mar de Alborán, entre Nador y Andalucía, y se han registrado 52 muertos en el cruce a través del Estrecho de Gibraltar.

Además, la OIM ha documentado 53 muertes en la ruta más peligrosa desde la costa oeste de Marruecos, a través del Océano Atlántico hasta las costas de Cádiz. – Efe

HOLANDA

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Inmigrantes interceptados en un camión. La Policía militar holandesa halló ayer a dieciséis personas, 12 adultos y 4 menores de diferentes nacionalidades, escondidas en un camión en el puerto de IJmuiden que se dirigía al Reino Unido. Según la Policía holandesa todas están “en buen estado de salud, han sido trasladadas a un alojamiento cercano y serán interrogadas”. El conductor, un turco de 45 años, alertó a la Policía de que había escuchado voces procedentes del interior del camión, antes de embarcar en el transbordador con destino a Newcastle (Reino Unido).