Asteasu ha ido creciendo poco a poco con personas procedentes de los municipios de los alrededores y también de otros países. «Aunque parezca mentira, en la actualidad, son vecinos de Asteasu personas de 22 nacionalidades diferentes: Ecuador, Colombia, Chile, Perú, Nicaragua, Cuba, Brasil, República Dominicana, Honduras, México, Portugal, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Nigeria, Senegal, Argelia, Marruecos, Lituania, Pakistán, Tailandia, Ucrania y Estados Unidos», remarcó Pili Legarra, alcaldesa de la localidad, en la apertura de una nueva jornada dedicada a las diversas culturas y gastronomía de distintas nacionales nacionalidades que conviven en Asteasu.

Este año participaron representantes de diez nacionalidades: Portugal, Nicaragua, México, Colombia, Marruecos, Estados Unidos, Brasil, Senegal y Nigeria, a la que se unió Argentina, sin residentes en Asteasu.

Entre los participantes, algunos mostraron con su indumentaria. Expusieron, juntos a sus banderas, platos típicos del país que representan, con un cartel situado junto a cada plato así como la bebida de su país, y que fueron degustados y apreciados por los asistentes en la Plaza. Además, los más jóvenes disfrutaron con la piñata, repleta de dulces.

La alcaldesa trasladó el agradecimiento desde el ayuntamiento «por el trabajo que habéis realizado. Por darnos la oportunidad de compartir este espacio entre culturas diferentes. Por permitirnos conocer y probar vuestra gastronomía, porque todos sabemos y en especial en Euskal Herria donde la comida une a mucha gente».

Señaló que todo cambio de país supone un gran paso y un tiempo de adaptación al nuevo lugar y «nosotros esperamos que os sintáis acogidos en Asteasu, y participéis de la vida social de nuestro municipio. Es importante que forméis parte de las asociaciones culturales, de la escuela, del ayuntamiento…, porque seguro que tenéis mucho que aportar y desde aquí os animamos a dar ese nuevo paso», recalcó.

La velada finalizó con una brillante actuación musical de Mariachi México Lindo Sí Señor con violines, trompetas, guitarrón y vihuela, y con una pareja de baile ofrecieron variados temas y bailes de su país.

Finalizando su actuación y con el público entregado, incluso el grupo abrió la posibilidad de que los propios espectadores fueran quienes solicitaran los temas que deseaban escuchar y pusieron a bailar a varios asistentes.