Cambios en Italia

La ministra Luciana Lamorgese: el antídoto de Salvini

La nueva titular de Interior italiana, de 66 años, es una funcionaria de gran experiencia y que ha ostentado en varias ocasiones el cargo de delegada del Gobierno

El Periodico, Irene Savio, 11-09-2019

“Estar en Lampedusa en el 2013 [tras un naufragio en el que murieron ahogados 368 migrantes] cambió mi forma de vivir el fenómeno. Lo que vi ese día es difícil de imaginar: un enorme hangar repleto de cadáveres, incluso el de un bebé con el cordón umbilical aún pegado a la madre”. El recuerdo no pertenece a una activista de una oenegé, ni a una militante de un partido político de izquierda favorable a la inmigración, sino a Luciana Lamorgese, la flamante ministra del Interior italiana.

Desde su nombramiento la semana pasada, Lamorgese, de 66 años, ha concentrado buena parte de las miradas en Italia y la UE. No solo por ser una funcionaria con décadas de servicio en la función pública, llegando a ser delegada de Gobierno en varias ciudades, o por ser la tercera mujer en ocupar este delicado ministerio, tras Annamaria Cancellieri (2011-2013) y Rosa Russo Jervolino (1998-1999), sino porque se la considera el antídoto al ultraderechista Matteo Salvini, su antecesor en el cargo.

“Lamorgese es una ministra que (el presidente Sergio) Mattarella ha querido en el Gobierno y que sirve al país para reconstruir su imagen en Europa”, afirma la politóloga y catedrática de la Universidad Luiss de Roma, Emiliana Di Blasio. “Es una moderada que ha estado toda su vida dentro de las instituciones. Es una buena premisa para ser una anti-Salvini”, añade.

Redes sociales

La nueva ministra del Interior es una mujer discreta, ni siquiera posee cuentas en las redes sociales, lo que también la sitúa en el polo opuesto a Salvini. El político ultraderechista utilizaba las herramientas digitales a espuertas, saltándose a menudo el protocolo, como cuando mantuvo un encontronazo con un fiscal por un tuit en el que mencionaba un operativo en curso. De momento, Lamorgese, desde que juró el cargo, no ha concedido entrevistas ni ha nombrado un portavoz para que se haga cargo de su comunicación.

Abogada de formación, Lamorgese es conocida por tener ideas favorables a la integración pero también posturas duras a favor de la expulsión de los extranjeros que delincan. Una manera de hacer frente a la inmigración que puso en práctica durante su etapa como delegada de Gobierno en Milán. “Accedió al cargo en un momento muy difícil, cuando llegaban hasta 400 migrantes al día que no podían irse pues muchos países fronterizos habían cerrado sus fronteras con Italia”, recuerda a EL PERIÓDICO Alberto Sinigallia, del Progetto Arca, una de las principales oenegés de Milán.

Solicitantes de asilo

Fue entonces cuando Lamorgese exigió a los alcaldes de la provincia participar en la repartición de los solicitantes de asilo que iban llegado y, a la vez, anuló algunas ordenanzas de la Liga que multaban a quienes les daban alojamiento. “Gracias a ella muy pocos durmieron en la calle. Supo actuar rápidamente y esquivar la burocracia”, añade Sinigallia.

Poco después, sin embargo, fue criticada por unos desalojos de inmigrantes en zonas donde se traficaba con drogas. La razón, explicó alguna vez ella misma, es porque le preocupa también “la percepción de seguridad de los ciudadanos”. Lamorgese tendrá ahora que reformular los polémicos decretos antiinmigratorios de Salvini, sin olvidar las otras tareas que le esperan, como la lucha contra las mafias y el aumento de consumo del drogas.

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