MESA DE REDACCIÓN

El barco de la vergüenza

Diario de noticias de Gipuzkoa, POR JORGE NAPAL -, 19-08-2019

Como si de una broma macabra se tratara, asistimos impávidos al sufrimiento de personas arrojadas a un vertedero en medio del mar. El del Open Armsse ha convertido en un espectáculo vergonzoso que retrata a una Europa desnortada más preocupada en lamer sus heridas que en salvar vidas. No se puede dar por sentada la democracia en un continente que deja a su suerte a un barco fondeado con un centenar de personas al borde del suicidio, viendo la tierra prometida como puro espejismo, que ahora parece llamarse Algeciras. El implacable pulso que mantiene el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, le convierte en icono de la ausencia de humanidad, fiel a su propaganda xenófoba y racista a costa del sufrimiento. La sociedad en su conjunto retrocede cada día que pasa el barco fondeado, echando por la borda uno de los referentes morales de la ciudadanía democrática, como fue la Declaración Universal de los Derechos Humanos. ¡Qué lejos ha quedado! Es uno de los documentos políticos más importantes de la historia de la humanidad, pero se incumple sistemáticamente. “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos…”, reza el primer artículo. Los derechos y las libertades “se disfrutan sin distinción de raza, color, sexo, religión…”. ¿Qué estamos haciendo?

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)