Los Mossos d’Esquadra detuvieron esta madrugada a un hombre de 24 años acusado de provocar un incendio el pasado miércoles en un campamento de barracas en Barcelona. Dos personas estaban durmiendo cuando se caló fuego a sus viviendas y resultaron heridas de gravedad. Una de ellas ingresó en el hospital en estado crítico.

Los Mossos acusan al arrestado de tentativa de homicidio, lesiones y daños, y atribuyen el ataque a una pelea que tuvo con varios compatriotas, todos de origen rumano, que viven en el campamento. Está previsto que el detenido pase en las próximas horas ante el juez. Al joven le constan antecedentes por delitos contra el patrimonio.

El episodio violento es uno más de los ocurridos los últimos días en Barcelona. El viernes, de nuevo en un robo violento en la Barceloneta, un turista acabó con la pierna rota y tuvo que ser ingresado en el hospital del Mar. La víctima, un hombre alemán, fue golpeado a las once de la noche por un grupo de personas que intentó robarle el móvil. Los Mossos buscan a los autores.

También el viernes, la policía catalana detuvo a dos menores, en el distrito de Sant Andreu, por un robo con intimidación. Un mosso vio a los dos jóvenes corriendo y localizó a la víctima, que le explicó lo sucedido, según informó este sábado la policía catalana. Ambos le habían robado el móvil intimidándola con una navaja. Los agentes arrestaron a los dos menores cuando entraban en un domicilio y lograron recuperar el teléfono.

Al día siguiente, a las cuatro de la madrugada en Ciutat Vella, los agentes detuvieron a un joven de 18 años como presunto autor también de un robo con intimidación. El detenido está acusado de usar una navaja para robar a otra persona sus pertenencias. Una dotación de los antidisturbios (Brigada Móvil) que hacía labores de prevención en el frente marítimo de la ciudad detuvo al joven, que no logró quitarle nada a la víctima.

Barcelona vive un verano complicado, en el que se acumulan 9 de los 12 homicidios que se han registrado este año. Además, la ciudad vive un repunte de la delincuencia, sobre todo de robos violentos, que han crecido un 30%, con unos 40 casos de media al día.

El Ayuntamiento y la Generalitat han acordado un refuerzo policial en las zonas más conflictivas, como el frente marítimo y el Port Olímpic, donde el pasado 27 de julio un joven de 25 años murió después de una paliza que le propinaron delante de una de las discotecas de la zona. El concejal de Seguridad, el socialista Albert Batlle, aseguró que la ciudad vive una “crisis de seguridad”.