Los problemas de salud de los 151 migrantes que resisten en la cubierta del Open Arms se multiplican. La tripulación del barco ha solicitado a Malta e Italia que permitan la evacuación médica de los dos bebés de nueve meses que ya llevan 12 días a bordo. Uno de ellos, según la ONG, ha comenzado a presentar dificultades respiratorias. La organización ha pedido que junto a los niños viajen sus padres, la mamá de Eritrea y el padre de Etiopía. Ambos países han aceptado la petición y la organiación está a la espera de la coordinación entre ambos para llevarla a cabo.

Desde que el equipo de socorristas realizó el primer rescate, Malta e Italia han aceptado la evacuación de un hombre y cuatro mujeres junto a sus parientes. Un total de 12 personas. Ambos países, sin embargo, se resisten a aceptar al resto del pasaje. Malta llegó a ofrecer puerto a los últimos 39 rescatados el pasado sábado, pero la tripulación el capitán Marc Reig decidió no transferirlos para evitar una revuelta a bordo de los que estaban obligados a permanecer.

Por otro lado, el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, ha asegurado este martes que el capitán del Open Arms no es competente para pedir asilo para los 31 menores que viajan a bordo del barco que se encuentra a 25 millas de Lampedusa a la espera de que le autoricen a desembarcar en un puerto seguro. Ábalos descarta así la puerta que pretendía abrir la ONG al presentar este lunes ante la embajada de España en Malta la solicitud de asilo para los menores. El ministro ha explicado, sin embargo, que “el capitán del barco no tiene esa capacidad jurídica ni esa potestad, no le corresponde poder ejercer esa función”.

En Italia, el Tribunal y la Fiscalía para los Menores de Palermo (Sicilia) ha pedido explicaciones al Ministerio del Interior de Matteo Salvini y demanda conocer qué procedimientos va a adoptar para cumplir con la legislación internacional e italiana. En un escrito, el Tribunal recuerda que las convenciones internacionales de las que Italia es signataria prohíben la devolución en frontera y la expulsión de menores extranjeros no acompañados y les reconoce su derecho a ser acogidos en “estructuras idóneas”. “Evidentemente, todos estos derechos son eludidos por la permanencia de los menores a bordo de la nave en condiciones de malestar físico y físico”, mantienen desde el Tribunal. El documento responde a una petición de la ONG del 7 de agosto con la que buscaba forzar el desembarco de los más pequeños.