Inmigración. Descenso de llegadas

Marruecos controla las pateras tras un sinfín de favores de España

El Gobierno de Pedro Sánchez ha apalabrado 54 millones de los 60 que pedía Mohamed VI, que ha disparado las redadas y los controles en el mar

El Mundo, Olga R. Sanmartín, 12-08-2019

Mohamed VI tiene bajo su puño el control de la inmigración irregular hasta el punto de que casi no salen pateras sin su consentimiento. Las gestiones diplomáticas y, sobre todo, las generosas prebendas ofrecidas durante el último año por España y la UE han persuadido al rey alauí, que ha cambiado radicalmente su estrategia y ha extremado la vigilancia de sus fronteras con un celo que ha reducido este año en un 40% las llegadas de sin papeles a las costas españolas. “Marruecos ya nos responde”, festejan en Salvamento Marítimo.

Las Fuerzas de Seguridad están más tranquilas este verano. Se acuerdan con espanto del escenario de hace un año, poco después de que Pedro Sánchez se ofreciera a acoger el Aquarius, con un millar de inmigrantes llegados en un día al Estrecho y los servicios de acogida desbordados. La agencia europea de control de fronteras Frontex también advirtió de la magnitud del fenómeno en sus análisis de riesgo, avisando en enero de que la ruta española se había convertido en la más usada y alertando de que el número de salidas desde Marruecos se había quintuplicado.

Ahora las llegadas se han frenado. Del 1 de enero al 31 de julio entraron 13.326 inmigrantes a bordo de 465 embarcaciones, 8.975 menos que los que arribaron el mismo periodo de 2018. También descendieron los saltos de las vallas de Ceuta y Melilla.

En el Ministerio del Interior hablan de un “cambio”, aunque piden cautela porque “no se puede afirmar con rotundidad que no vaya a revertirse esta tendencia”. Citan como razones del descenso “la creación de la Autoridad de Coordinación en el Estrecho”, “la colaboración de la UE” y “el trabajo realizado por España en cooperación con los países de origen y tránsito, especialmente con Marruecos, que está haciendo una labor muy importante en el control de los flujos migratorios y la lucha contra las mafias, el terrorismo y el narcotráfico”.

Respuesta a las llamadas

Algo parecido expresan fuentes de Salvamento Marítimo, que destacan que, “desde hace unos meses”, las autoridades marroquíes responden a sus llamadas de emergencia y acuden a los rescates que se producen en sus aguas. Las ONG aseguran que, para evitar el efecto llamada, España ha decidido dejar en manos del país vecino el salvamento de pateras que se encuentran en su territorio, algo que este organismo niega con rotundidad. “Lo que ocurre”, explican las fuentes, “es que ahora hay mucha más colaboración de Marruecos que la que había el año anterior y están rescatando más activamente”.

Añaden que Salvamento sigue siempre el mismo protocolo internacional, que consiste en que, cuando les llega una alerta o un aviso de un naufragio, coordinan el rescate si la embarcación se encuentra en zona SAR (de búsqueda y rescate) española. Si la patera está en zona SAR marroquí, llaman a sus autoridades y le trasladan el peso de la operación.

“Lo que pasaba antes es que no obteníamos respuesta por parte de las autoridades de Marruecos, ni nos confirmaban que iban a ir ellos a hacer el rescate, así que, debido a los convenios internacionales, si nadie contestaba teníamos la obligación de ser nosotros los que coordinásemos el salvamento. Ahora Marruecos ya nos responde y se encarga él”.

Ismael Furió, secretario de Organización de Mar y Puertos del sindicato CGT, asegura que a efectivos de Salvamento Marítimo les han dado órdenes para que aguarden junto a las pateras a que lleguen las fuerzas marroquíes y sean ellas las que hagan el rescate. “Desde que comenzó el verano nos han dicho varias veces que esperemos y no recojamos a nadie, y eso provoca situaciones complicadas. En julio había tres pateras en el agua, al norte de la isla de Alborán. Fuimos los primeros que llegamos, pero se nos pidió por radio que nos alejáramos. Aparecieron dos barcos, uno de la Armada española y otro marroquí. El barco marroquí entró en aguas españolas y se llevó a la mayoría de inmigrantes”, dice Furió, que es trabajador de Salvamento.

“Cambios en el operativo”

Añade que, desde que Sánchez llegó al Gobierno, ha habido “cambios en el operativo”: “Se instauró un mando único, que toma las decisiones en los rescates. Con el PP, las ONG avisaban a la torre de control de que había una patera, íbamos para allá directamente y rescatábamos. Ahora se tienen que autorizar a otro nivel”.

Cuatro son los factores que han incentivado a Marruecos para que frene las pateras, según fuentes de la lucha contra la inmigración clandestina. El primero es la aprobación en febrero del acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos, que se ratificó el pasado julio. Este tratado que especifica las zonas de pesca y las condiciones de acceso de la flota europea en la costa atlántica tiene un valor económico y simbólico, pues zanja la polémica que abrió el Tribunal de Justicia de la UE cuando sentenció que el acuerdo no podría contemplar las aguas del Sáhara Occidental porque Marruecos no tenía la soberanía de esta región. El tratado finalmente ha incluido aguas del Sáhara Occidental y ha complacido a Mohamed VI.

El segundo pago es, según las fuentes consultadas, el silencio sepulcral que España ha mantenido en torno al Sáhara Occidental, un apagón que se le ha reprochado a Sánchez desde los colectivos y que, de cara a un posible acuerdo de investidura, le distancia de Unidas Podemos, comprometido con la causa saharaui.

140 millones de euros

La tercera prebenda son los 140 millones de euros que ha puesto la UE sobre la mesa para que Marruecos frene la inmigración irregular. De ellos, España tiene que gestionar 40 millones para compra de equipamiento de vigilancia. El Consejo de Ministros aprobó el 5 de julio un acuerdo por el que se autoriza la contratación de un suministro de 384 vehículos 4×4, ambulancias, camiones cisterna y camiones frigorífico por valor de 24 millones de euros. Por otro lado, España tiene preparado otro paquete de 30 millones para combustible, mantenimiento de las patrullas, dietas y sueldos. Su aprobación, que estaba prevista para el mes pasado, finalmente no se ha materializado, pero la partida está apalabrada. Entre unos y otros fondos, suman 54 millones; es decir, casi los 60 millones que pidió Rabat el verano pasado para contener la salida de inmigrantes.

El último factor es la pleitesía que rindieron los Reyes a Mohamed VI el pasado febrero. Era la primera visita de Estado de Felipe VI, tras un desplazamiento de presentación en 2014, y lo hizo con cinco ministros. Ambos países firmaron hasta 11 acuerdos, en los que España regaló el histórico Gran Teatro Cervantes de Tánger, se comprometió a hacer una tercera interconexión eléctrica para responder a la creciente demanda en el país magrebí o eligió al hispanista marroquí Hossain Bouzineb como miembro de la Real Academia Española, entre otras muchas prebendas.

A Mohamed VI le gusta que le agasajen y los gestos de este tipo hacia el país vecino se han disparado este año. En la misma proporción en que han bajado las pateras. Tanta es la satisfacción del rey que ha accedido a que España les devuelva a sus menores no acompañados (menas), una reivindicación del PP a la que se ha plegado el Gobierno. El próximo paso: priorizar el contingente de trabajadores marroquíes en España.

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