Zapatero augura un descenso en la llegada de inmigrantes tras el compromiso de la UE

Las Provincias, 25-05-2006

José Luis Rodríguez Zapatero defendió ayer que “la actitud y el compromiso” de la UE con España para controlar los movimientos migratorios ha cambiado para mejor. El jefe del Gobierno, que considera que las instituciones comunitarias debían haber empezado a colaborar con los países fronterizos “hace bastante tiempo”, ensalzó los compromisos que el martes asumió Bruselas con España para trabajar de manera conjunta. Por su parte, el secretario general del PP vinculó el aumento de la criminalidad con la llegada masiva de irregulares y destacó que las fronteras se han convertido en un ‘‘coladero”.


La crisis de los cayucos de las islas Canarias motivó la mayoría de las preguntas a las que tuvo que responder el presidente del Gobierno en las sesiones de control del Congreso y el Senado. Por la mañana, el portavoz del PP en la Cámara Alta, Pío García Escudero, le conminó a dejar de “ir por libre” en la UE con decisiones como la regularización masiva de inmigrantes y le reprochó que en lo que va de año se haya “quintuplicado” la llegada de subsaharianos a las islas. Según el dirigente popular, los sin papeles se encuentran “hacinados” en los centros de acogida, lo que a su juicio prueba que el problema le ha estallado en las manos al gabinete socialista.


El jefe del Ejecutivo negó que los centros estén “desbordados” a pesar del elevado número de inmigrantes que han llegado en embarcaciones a Canarias en los últimos días e invitó al PP a “comprobarlo personalmente” en las islas. Según Zapatero, no están llegando más sin papeles. Lo que ocurre, a su juicio, es que los que antes trataban de cruzar el Estrecho o saltar la valla de Ceuta y Melilla ahora intentan desembarcar en las costas canarias. Algo que, cree, demuestra que la colaboración con Marruecos está dando sus frutos.


Colaboración con el Gobierno

Zapatero reconoció que el Gobierno central no puede hacer frente en solitario a la marea de irregulares que intentan llegar a la UE a través de España y consideró “imprescindible” que en esta tarea también colaboren la UE, las comunidades autónomas, las ONG, los sindicatos, los empresarios y los países de origen. Un día después de que la vicepresidenta fuera a Bruselas a pedir la ayuda de la comisión europea, Zapatero destacó la “relevancia” de los acuerdos alcanzados y considero que se ha producido “un cambio cualitativo y cuantitativo de la actitud y el compromiso de la Unión”.


Una implicación de Bruselas que, en su opinión, se debía haber producido años atrás y que puede ayudar a España a mejorar la vigilancia de sus costas. Pero además, Zapatero puso el acento en la necesidad de cooperar con los países africanos, convencido de que la causa fundamental de estos movimientos migratorios es la pobreza y la desesperación de los subsaharianos, sobre todo ahora que se está desertificando la parte occidental del continente.


Sin Rajoy

Ayer no hubo debate entre Zapatero y Mariano Rajoy. El jefe de la oposición, que se desplazó a Andalucía para acudir al funeral del padre de Javier Arenas, no consiguió regresar a tiempo para preguntar a las cuatro de la tarde al presidente sobre los resultados de su política de inmigración. El líder del PP delegó la responsabilidad en Ángel Acebes, pero Zapatero eludió el cara a cara con este dirigente. Tras responder a dos preguntas de IU – Verds y CiU, el presidente del Gobierno se levantó de su escaño y salió del hemiciclo. Jesús Caldera, ministro de Trabajo, fue el encargado de replicar al PP.


Este cambio no gustó nada a Acebes, que acusó a Zapatero de “preferir salir corriendo antes que dar la cara” en política de inmigración. El secretario general del PP denunció que las avalanchas son “consecuencia” del proceso de regularización del pasado año, consideró que el Gobierno hizo el “ridículo” con esa medida y vinculó la llegada de irregulares con “los robos con violencia, los secuestros exprés y los homicidios” que se están produciendo en España.


Por su parte, Caldera replicó que el récord de llegada de pateras a España se produjo en 2003 cuando Acebes era ministro del Interior.


Al tiempo que Zapatero afirmaba en el Senado que las medidas previstas de política de inmigración reducirán la llegada de sin papeles, un cayuco con 110 inmigrantes indocumentados a bordo arribaba al puerto de Playa de Santiago, en la isla de La Gomera. Entre los indocumentados, que se encuentran bien de salud, hay varios menores.

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