FRANCISCO SANTOS / Vicepresidente de Colombia

«España entra en una etapa de xenofobia irracional con los emigrantes»

El Mundo, 25-05-2006

Cuando Alvaro Uribe le escogió como candidato a la vicepresidencia en 2002, llovieron las críticas. Incluso El Tiempo, el periódico de su familia del que salió para dedicarse a la política, cuestionó su idoneidad para el cargo. Cuatro años después, un 66% aprueba su gestión y muchos de sus críticos han reconocido públicamente que se equivocaron, que es una de las mejores fichas del Ejecutivo.


Durante la legislatura, Francisco Santos, 44 años, ha lidiado con la ONU y con las ONGs de Derechos Humanos más beligerantes del planeta, que siempre tienen al Gobierno de Uribe en el punto de mira; ha recorrido el país intentando imponer unas reglas de juego claras para combatir la corrupción y ha apagado algún que otro fuego con una discreción y eficacia que le ha merecido el respeto y la confianza del Gabinete y del presidente, quien apenas le conocía cuando le nombró.


Pregunta. – ¿Por qué cree que Uribe es el claro favorito en las elecciones del domingo?


Respuesta. – Porque es un político muy especial, cercano a la gente, que aplica la democracia representativa. Acude al ciudadano de forma directa, conoce el país como ningún otro presidente anterior y lo recorre continuamente.


P. – A este Gobierno le acusan de violar los Derechos Humanos


R. – Claro que hay errores y aún se cometen abusos, pero disminuyeron las denuncias y cuando las hay, las investigamos y ponemos la cara.


P. – Usted ha sido muy crítico con el papel de observador de Derechos Humanos de la ONU en Colombia. ¿Piensa que debería retirar su oficina, que ya no es necesaria?


R. – Creo que pueden permanecer pero en condición de igualdad con el Gobierno, no pueden dictarnos cátedra, juzgarnos todo el tiempo, tienen que ayudar.


P. – ¿Siente que les tratan como a una república bananera?


R. – No me cabe la menor duda de que nos tratan así.


P. – A la Ley de Justicia y Reparación, que cobija a los paramilitares, la tachan de favorecer la impunidad y el lavado de bienes ilícitos…


R. – Mire, aquí van a pasar frente a los jueces más de mil desmovilizados y muchos irán a la cárcel. Se va a saber mucha verdad, vamos a esclarecer un montón de crímenes, cuando en otros países como Chile, van a esperar 30 años para saber todo lo que ocurrió.En cuanto a la reparación material, fue un fracaso en otros países como Sudáfrica o El Salvador. Intentaremos que aquí no ocurra lo mismo, pero admito que no será fácil.


P. – ¿Cuál será el eje del próximo Gobierno?


R. – El crecimiento económico. Habrá que mantener la política de seguridad como va, pero el tema fundamental será crecer para crear puestos de trabajo. Se han creado dos millones de empleos pero el paro sólo descendió en 700.000 personas por el aumento de la demanda.


P. – Pero los nuevos trabajos son de mala calidad, temporales y sin prestaciones sociales…


R. – No, eso no es así. Son empleos con todo lo que marca la ley, con Seguro Social, como muestran las cifras de suscripciones.


P. – ¿Cómo ve a la oposición de cara al domingo?


R. – La izquierda se ha fortalecido mucho pero con un lío interno porque están divididos entre una línea radical y otra incluyente, al estilo de Chile o Brasil. Veremos cuál se impone en el futuro.


P. – ¿La línea radical es la que representan Hugo Chávez y Evo Morales?


R. – Prefiero ser prudente y callar.


P. – La emigración se ha vuelto un dolor de cabeza para España y Europa…


R. – Creo que están entrando en una etapa de xenofobia irracional que les impide ver las ventajas que los emigrantes aportan a los países, pero admito que es un problema complejo con muchas aristas que hay que abordar con valentía desde distintos planos y entre todos.


P. – ¿Cambiarán otra vez la Constitución para aspirar a una nueva reelección en el 2010 como asegura la oposición?


R. – Estoy seguro de que no.

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