El líder de Vox, Santiago Abascal, ha aprovechado este lunes su primer discurso desde la tribuna del Congreso, en el pleno de investidura, para defender su programa electoral en contra de la inmigración ilegal, los “chiringuitos” progres o los partidos nacionalistas, cargando con dureza contra el nuevo “Frente Popular” constituido por un "conglomerado comunista, chavista, separatista o proetarra" que, según su criterio, Pedro Sánchez pretende contentar a cambio de sus votos para la conformación de un Gobierno. 

[Directo: últimas noticias y toda la información]

“Vox es el grupo más lejano del proyecto de Sánchez y usted está orgulloso de ello, yo también”, ha señalado al comienzo de su intervención, para a continuación sugerir que la posible alianza del PSOE con Podemos y algunos partidos nacionalistas es fruto de la “negociaciación” entre José Luis Rodríguez Zapatero y la banda terrorista ETA, que hizo que el “Frente Popular” naciese el 11 – M y ha acabado con el “desafío” de la Generalitat, el “golpe de Estado” del 2017 o la “impunidad del separatismo catalán”. 

“Aviso para sediciosos, golpistas o terroristas. Más allá de las promesas que han recibido, abandonen esperanzas”, ha señalado. Muchos españoles, ha asegurado, se “pondrán en pie” para frenarles. 

Asimismo, ha arremetido contra “la sofocante dictadura progre”, el “feminismo supremacista”, el colectivo LGTBI, los animalistas y las oenegés de inmigrantes, en su opinión “mantenidas” pese a que colaboran con las mafias que trafican con extranjeros. Por último, ha sostenido que la ley de la eutanasia es un “plan para afrontar el envejecimiento de la población”. 

En su respuesta, Pedro Sánchez ha optado por no contestar directamente a Abascal sino por apelar a los líderes del PP y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, a romper con Vox, ya que sus alianzas autonómicas y municipales con la formación de ultraderecha suponen una “auténtica anomalía en Europa”. Cómo es posible, se ha preguntado, que estas formaciones hayan impuesto un “cordón sanitario” a una formación constitucionalista como el PSOE y no a Vox.

España, ha defendido, dijo no a la ultraderecha en las elecciones generales de abril y las autonómicas, municipales y europeas de mayo. El problema, ha añadido, es que populares y liberales han permitido de forma “irresponsable” entrar a dicha formación en las instituciones. El líder socialista ha asegurado que el discurso de Abascal estaba “cargado de intolerancia y de nostalgia” de las época fraquista, además de ser “clasista”. Detrás del mismo, ha defendido, se esconde el "odio" de los que perdieron sus privilegios con el fin de la dictadura.