Las redes sociales han ardido tras los insultos de Donald Trump –de los más virulentos y descarados de su largo despliegue de comentarios xenófobos desde los inicios de su mandato en el 2017– a cuatro mujeres congresistas demócratas nacidas o naturalizadas estadounidenses, pero de orígenes diversos. «Si no les gusta el país, que se vayan, en lugar de decir al más poderoso de la tierra cómo debe gobernarse», profirió el republicano en un arrebato de supremacismo, antes de redoblar las acusaciones: «Ellas odian Estados Unidos (…) Son simpatizantes de Al Qaeda». Declaraciones sin fundamento más allá de prejuicios racistas que se limitan a asociaciones por el color de piel, el origen familiar o la religión.

Las aludidas son la afroamericana Ayanna Pressley, nacida en Ohio; Alexandria Ocasio-Cortez, neoyorquina de origen puertorriqueño; Rashida Tlaib, nacida en Detroit de padres palestinos; e Ilhan Omar, que llegó de Somalia y obtuvo la nacionalidad estadounidense siendo adolescente. Todas ellas conforman una nueva hornada de políticas que están consiguiendo cada vez más peso entre la generación ‘millennial’. Tanto es así que incluso Netflix les ha dedicado un amplio reportaje. Y eso, en tiempos de ‘streaming’, es importante.

América vacía
El discurso de Trump ha generando un alud de críticas, anónimas y de famosos, como las de la cantante Cher o el actor Chris Evans, que han expresado su inquietud frente a la radicalización del magnate y han cerrado filas con las demócratas. La misma Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de representantes de EEUU, no ha dudado en salir en su defensa y ha declarado: «Nuestra diversidad es nuestra fuerza».

Como ella, muchos se preguntan sobre qué sería de un país compuesto principalmente por inmigrantes –el mismo Trump es nieto de alemanes– si todos tuviesen que regresar a sus orígenes. «’Make America great again or make America empty again?’ (¿Hacer América grande o vacíar América de nuevo?)», se interrogaba un internauta aludiendo al eslogan de campaña del presidente republicano.

A modo de ejercicio, nos preguntamos ¿qué sería de Hollywood si fuese abandonado por sus estrellas latinas, africanas, indias o asiáticas? El panorama recordaría la inquietante cabecera de la serie ‘The Walking Dead’…, pero Trump no es ninguna película de terror. O sí.

A continuación, ponemos rostro a algunos representantes del ‘star system’ del cine estadounidense con ascendencia en países insultados por el presidente.