Mandatario papú insiste en Australia sobre cierre de centros para inmigrantes

La Vanguardia, , 22-07-2019

El primer ministro de Papúa Nueva Guinea, James Marape, insistió hoy en Camberra sobre la necesidad de establecer una agenda para el cierre del centro para inmigrantes que Australia sufraga en la isla papú Manus.

“Nos aseguraremos de tener un calendario mutuamente viable y un programa más cercano que sea beneficioso para todos”, dijo Marape este lunes junto al primer ministro de Australia, Scott Morrison, al incidir en la importancia de alcanzar una solución positiva para los solicitantes de asilo.

Marape explicó durante la rueda de prensa conjunta que aquellos residentes en Manus que no sean reconocidos como refugiados serán “alentados a regresar a sus países de origen o ir a otro lugar”, aunque también podrán optar quedarse en Papúa Nueva Guinea.

Morrison indicó que Australia “trabaja muy estrechamente” con Papúa para garantizar la prestación de servicios para unos 300 “sin papeles” que continúan en el centro de acogida de Manus.

Ambos mandatarios aseguraron que este centro no pertenece a Australia, si bien fue sufragado por estos tras el cierre en 2017 de las instalaciones de detención para inmigrantes, también costeado por Camberra, a instancias de Tribunal Supremo papú.

Antes de visitar Australia, Marape ya señaló como prioridad establecer los pasos para el cierre del centro de acogida.

Australia retomó en 2012 su política de detención de los “sin papeles” que intentaban llegar al país por vía marítima en terceros países y en unas condiciones que han sido denunciadas por organismos internacionales, entre ellos la ONU.

Para ello financiaron la apertura de dos centros: en la isla papú Manus y en la nación de Nauru donde otras 350 personas permanecen alojadas para los cuales contrataron a personal y empresas de seguridad.

La precaria situación de los inmigrantes indocumentados en Manus que ha sido escenario de motines, enfrentamientos con los lugareños e intentos de autolesión y suicidio y Nauru ha sido denunciada en varias ocasiones por la ONU y organismos garantes de los derechos humanos.

Muchos de los refugiados y solicitantes de asilo en Manus han huido de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria; otros han escapado de la discriminación, como las minorías rohinyá, en Birmania (Myanmar), o bidún, en la región del Golfo.

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