Denuncian tocamientos y robos entre menas en el centro de primera acogida de Hortaleza

Los cinco vigilantes hartos, pidieron a su empresa el traslado. A uno le rompieron la nariz hace un mes y está de baja

ABC, M. J. Álvarez, 12-07-2019

El equipo de seguridad del Centro de Menores de Primera Acogida de Hortaleza ha sido trasladado a otro lugar, tras solicitarlo en bloque a su empresa. ¿El motivo? Están cansados de las faltas de respeto, amenazas y hasta de las agresiones que sufren por parte de un pequeño grupo de menores extranjeros no acompañados (menas) que les hacen la vida imposible. También se la hacen a sus propios compañeros: a las chicas, tocamientos cuando se cruzan con ellas por los pasillos; y a los chicos les roban sus deportivas, móviles, etcétera, por lo que, con frecuencia, salta la chispa y se pelean. Así lo han denunciado a ABC fuentes conocedoras de lo ocurrido.

Los conflictos, a pesar de la masificación del centro de Hortaleza ahora hay 80 chavales para 35 plazas, pero ha llegado a albergar a 160, los genera esa pandilla de cinco o seis chicos, la mayoría de origen marroquí. Son los que esnifan pegamento en el exterior, roban al descuido móviles que malvenden o dan tirones, agregan las mismas fuentes.

Los problemas van con ellos y los trasladan al interior del recinto. Ahí se suelen apoderar de las deportivas de sus compañeros, de sus polos, teléfonos móviles… Por lo que muchas veces llegan a las manos, precisan. En cuanto a sus compañeras, 14 de un total de 80, algunos les tocan el pecho y el trasero ante las protestas de éstas, precisan nuestros informantes.

¿Qué ocurre ante estas situaciones? Si la chica no denuncia los hechos a la Policía, nada. De hacerlo, como todos afirman tener menos de 18 años, poco reproche legal tienen, subrayan. Por eso, culpan a la Fiscalía de Menores por su lentitud, ya que en lugar de tardar mes y medio en realizar la prueba de la muñeca para verificar la edad, tarda el triple. Algo similar sucede si solicitan la documentación de los chavales a Marruecos, el país de origen de la mayoría de ellos.

Escaso reproche legal

En caso de ser sancionados por el centro y se les prohibe salir a la calle, al estar en régimen abierto, muchos se saltan la valla o causan destrozos en el recinto, aseveran nuestros informantes. «No puede ser que estén conviviendo menores de 14 años con chavales de más de 18 años incontrolables. Deberían estar recluidos en un centro de reforma y recibir atención psicológica porque tienen problema de conducta», indicaron.

De hecho, subrayan que el centro estrenó su reforma a principios de este año y ya está hecho una pena. «Han arrancado hasta las ventanas», precisaron las mismas fuentes. El centro de primera acogida está concebido para una corta estancia, hasta que al menor se le asigna uno definitivo. «Llegan a estar hasta los seis meses», reprochan.

«Las conductas delictivas se comunican a la Policía y ésta a Fiscalía y al Juez de Menores», afirma la Comunidad
En cuanto a los vigilantes, hace poco más de una semana que llegaron los nuevos. «A ver lo que aguantan», aventuraron. De los que pidieron el cambio dos están de baja, uno por una intervención quirúrgica y otro porque le rompieron la nariz. Ocurrió cuando forcejeaba en una pelea entre varios chavales y uno de ellos le dio un puñetazo. Fue hace un mes aproximadamente. Cuando reciban el alta, irán a sus nuevos destinos, concluyeron.

Por su parte, un portavoz de la Consejería de Políticas Sociales indicó que el traslado de los vigilantes es un asunto de la empresa y sus empleados, que no pertenecen a la Comunidad. «Nosotros ya condenamos esas agresiones y trasladamos a la dirección del centro que si consideraba oportuno reforzar la seguridad lo solicitaran, un extremo que no se ha producido». Respecto a las agresiones y tocamientos, explicaron que todas las conductas delictivas son puestas en conocimiento de la Policía. Ésta es la encargada de dar traslado a la Fiscalía y al Juez de Menores, instancia que impone las medidas correctoras.

Desde Políticas Sociales recordaron que se va a abrir un centro especializado para menores con dificultades de adaptación. Tendrá 26 plazas y un presupuesto de 1,7 millones.

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