Cáritas Diocesana de Valencia: la exclusión social esta enquistada

La Vanguardia, Redacción, 20-06-2019

València, 19 jun (EFE).- Cáritas Diocesana de Valencia ha advertido de la “cronicidad” de la exclusión social, que “parece que está enquistada”, y de que se corre el riesgo de pensar que la pobreza “ha dejado de ser una lacra a combatir a ser un hecho a aceptar, un fenómeno absolutamente naturalizado”.

Así se ha puesto de manifiesto durante la presentación de la Memoria Institucional de 2018 de Cáritas, año en el que el numero de beneficiarios de la ayuda de esta ong fue de 50.130 personas, la mayoría mujeres solas con hijos menores, parejas jóvenes o inmigrantes en situación irregular.

El director de Cáritas Diocesana de Valencia, Ignacio Grande, ha destacado que en 2019, y a pesar de que los indicadores macroeconómicos muestran una leve recuperación tras la crisis económica, “no nos encontramos mejor que en 2008”, existe una “cronicidad” de la pobreza y la exclusión y la “desigualdad” entre las personas más vulnerables está creciendo.

“Las situaciones de vulnerabilidad son cada vez más complejas y requieren una mayor inyección de recursos económicos y humanos”, ha dicho Grande, quien ha subrayado que les “preocupa” que estemos viviendo en un momento en el que “la fragilidad y la precariedad, la vulneración de determinados colectivos y la soledad de los mayores son realidades que se llegan a entender como naturales”.

La secretaria general de Cáritas Diocesana de Valencia, Fani Raga, ha señalado que todas las tasas de riesgo de pobreza y exclusión sitúan a la Comunitat Valenciana por encima de la media nacional, y entre 2008 (año de comienzo de la crisis) hasta 2017 han crecido los indicadores de privación material en la Comunitat.

Así, mientras que en 2008 el 30,6 % de las personas no tenía capacidad para afrontar gastos imprevistos, en 2017 el porcentaje ha crecido hasta el 49,5 %; y en el caso de las personas que no pueden permitirse una comida de carne o pescado al menos cada dos días, se ha pasado del 1,7 % en 208 al 5,1 % en 2017.

“Ha aumentado la brecha entre ricos y pobres, y mientras en los últimos diez años los ingresos de la población más rica ha crecido un 3 %, los de la población más pobre han disminuido el 11,5 por ciento”, ha indicado Raga.

Nuestra sociedad “es frágil” y muchas familias “no podrían superar una nueva crisis”, ha afirmado Ignacio Grande, quien ha agregado que el empleo “sigue sin ser garantía para salir de la exclusión”.

El obispo auxiliar Arturo Ros también ha indicado que tienen interés en cubrir “nuevas pobrezas” como las de las familias mayores con hijos dependientes o las de menores que están en régimen de protección, cerca de 4.000 en la Comunitat Valenciana.

Respecto a las personas atendidas, el 53 por ciento eran extranjeros, la primera vez en seis años que el porcentaje supera al de los españoles atendidos, según Fani Raga, quien ha destacado que el 76 % de las personas que demandan los servicios de la entidad es mujer.

La entidad, que invirtió durante el pasado año algo más de 4,4 millones de euros en distintos recursos, y obtuvo ingresos por valor de 4.437.069 euros, ha resaltado la necesidad de crear espacios de convivencia y buena vecindad “que tejan redes de solidaridad”, así como impulsar políticas de acceso a la vivienda y consolidar la garantía de rentas mínimas con la Renta Valenciana de Inclusión.

También han anunciado la puesta en marcha de un nuevo centro de acogida y acompañamiento nocturno a personas sin hogar en los meses en los que haga más frío, y la repetición este verano de la experiencia “Un verano diferente”, que acoge a menores en centros escolares donde se realizan actividades y se les ofrece dos comidas al día.

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