SOS Racismo lleva a cabo en Gipuzkoa una experiencia piloto a través de la cual 22 personas autóctonas de Errenteria, Villabona, Irun y Donostia, repartidas en siete grupos, ejercen de mentores con 17 personas refugiadas. Esta iniciativa bebe de la experiencia Mentoría Urretxindorra que SOS Racismo lleva a cabo con jóvenes universitarios que ayudan a adolescentes inmigrantes.

Además, para llevarlo a cabo contaron también con la colaboración de CEAR y el apoyo explícito de la Diputación de Gipuzkoa, el Gobierno Vasco y la Obra Social de la Caixa.

“A modo de primera evaluación destacamos el compromiso adquirido por estas personas voluntarias que, dando su tiempo y lo mejor de ellas, comparten sus pasos con personas en situación de vulnerabilidad”, explican desde SOS Racismo.

“Creemos que más allá de discursos, muchos de ellos vacíos, la solidaridad se ejerce también en el día a día, compartiendo, escuchando, con la implicación de las personas y caminando de la mano. Es un ejercicio necesario de romper estereotipos y hacer frente a los discursos de odio”, concluyen.