ENTREVISTA Cabeza de lista del PSOE en las europeas

Josep Borrell: "Hay que hacer pedagogía en Europa contra las mentiras del secesionismo"

Josep Borrell, ministro de Exteriores en funciones, intenta abrir camino al debate europeo compitiendo con la campaña municipal y autonómica. Fue presidente del Europarlamento, a donde ahora va a regresar como cabeza de lista del PSOE.

El Mundo, , 20-05-2019

¿Cómo definiría estas elecciones europeas?
Van a marcar el ritmo de la Unión por muchos años. Nos enfrentamos con una fuerte oposición a la construcción europea y hay que parar la dinámica involucionista. Por otro lado, hay cambios en las alianzas. Hasta ahora Europa siempre se ha hecho con la entente de conservadores y socialistas…
Se refiere a la propuesta del candidato socialista Timermans de un acuerdo desde Macron hasta Tsipras. ¿Es posible?
Sí, es posible una alianza progresista desde el centro liberal hasta los que están a la izquierda de los socialistas. Aunque me parece peligroso excluir del consenso a un partido europeísta como la CDU. Es verdad que desde hace quince años los presidentes han sido del PPE y que ya va siendo hora de cambiar. La regla de que el presidente debe ser el candidato con más votos populares es un acuerdo político, pero no está en los tratados. Macron y los liberales lo cuestionan.
¿Cree que se podría cambiar?
Hay otra condición para elegir presidente: que tenga la mitad más uno del Parlamento. Pudiera ocurrir que el más votado por los ciudadanos no tenga ese respaldo parlamentario. También influye que Francia y Alemania ya no van de la mano. Merkel no se corta en poner de manifiesto sus diferencias con Macron. La pareja franco alemana es cada vez más necesaria, pero cada vez menos suficiente. Y el futuro Parlamento va a reflejar una gran disgregación política.
Merkel habla de “nuevo comienzo” en la UE, usted de “nuevo resurgir”. ¿qué quieren decir con eso?
Existe una conciencia cada vez más extendida de que Europa no puede seguir funcionando como hasta ahora. Tiene que cambiar para sobrevivir. Europa es más necesaria que nunca, pero está más amenazada que nunca, desde dentro y desde fuera. Le han salido muchos enemigos: Trump, Orban, Salvini, China, Putin, el Brexit… Si les hacemos frente, podemos convertir esos riesgos en oportunidades. A lo mejor Trump, atacando al superávit comercial alemán, obliga a Alemania a cambiar su modelo económico. A lo mejor Putin nos obliga a cambiar la política de Defensa. A lo mejor el Brexit nos obliga a caminar más rápido hacia la unión política. A lo mejor Salvini y Orban nos obligan a tomarnos en serio la defensa de los derechos fundamentales y las derivas populistas.
¿Por qué tantos ciudadanos europeos se han echado en brazos de partidos populistas?
Son las consecuencias sociales de la crisis. Hasta 2008, todo iba viento en popa. Ya nos hemos olvidado, pero el otro día encontré un periódico antiguo con los que enciendo el fuego y el titular era: “Europa hacia el pleno empleo”. Un año después, catacrac. Hemos salido de la crisis en términos macro, pero quedan heridas sociales muy profundas. Y los ciudadanos reprochan, con razón, que la respuesta que se dio, de la que es responsable el PPE pero también la socialdemocracia, fue desacertada.
¿Qué proponen ustedes los socialistas para ese renacer?
Europa tiene que ser más social y más democrática. Europa será más social o no será. La idea original de los padres fundadores era que lo social estaba en manos de los Estados y lo macroeconómico para la Unión. Ese modelo no funciona. Nos estamos haciendo más competencia fiscal entre nosotros que con el resto del mundo. Hay que establecer un seguro de desempleo, y armonizar los salarios mínimos y la fiscalidad.
Eso son palabras mayores.
Muy mayores. Va a ser difícil, porque para hacerlo hay que superar además la regla de la unanimidad. Es hora de que la gente sepa que Europa no se hace sola. Hay que politizar el debate.
¿Cómo se puede llamar la atención sobre Europa en la misma campaña que las municipales y autonómicas?
Son dimensiones diferentes. Ayer estuve en mi pueblo del Pirineo, y el candidato a alcalde habló de temas locales trascendentales para la vida diaria de las personas. Pero no quedarían agricultores en el Pirineo si no fuera por la política agraria común. España se despuebla, pero si no fuera por Europa, se habría despoblado mucho más.
¿Europa puede ofrecer soluciones a la despoblación?
El problema más grave de Europa es el suicidio demográfico. Muere más gente de la que nace. Ese desequilibrio sólo se puede suplir a corto plazo con el aporte de la inmigración. Hay que hacer pedagogía política. Se puede utilizar la inmigración para dar miedo a la gente, o se puede plantear como una solución para no caer en el riesgo gravísimo de extinción a la japonesa.
¿Ahí es donde se echan en falta los liderazgos?
Yo tampoco creo que haya que esperar el santo advenimiento del hombre o la mujer providenciales. Ahora es más la hora de los ciudadanos. La gente debe tomar conciencia de que si los europeos no se unen más, nuestra civilización no va a sobrevivir en el mundo.
¿Qué consecuencias puede tener la previsible irrupción en el Parlamento europeo de partidos populistas y ultras?
Si tienen más del tercio del Parlamento, ningún acuerdo que requiera mayoría cualificada se va a poder tomar. Van a jugar a la contra en materia migratoria y económica. La arquitectura financiera del euro se ha resuelto después de la crisis, mal que bien con dinero y reformas que escapan a la comprensión de la mayoría de la gente. Pero hacer frente a los problemas migratorios es más difícil, el miedo no se resuelve con dinero y las personas son manipulables. Hay sociedades que prefieren el declinar demográfico a asumir e integrar a los inmigrantes.
Usted decía antes de la llegada de Vox a las instituciones que sus colegas europeos le preguntaban por qué no había en España una ultraderecha.
Ha llegado y pensábamos que podía ser peor. La expectativa era que nos iba a aparecer una fuerza equivalente al Frente Nacional. No ha sido así. Pero, cuidado, Le Pen no ha tenido la fuerza que hoy tiene de la noche a la mañana. Alternativa por Alemania tiene el viento a favor. El fenómeno italiano es el que más me llama la atención. Salvini era de la Liga Norte, decía que el Sur le robaba, y se ha hecho elegir senador por el Sur, que es como si Puigdemont se hiciera elegir senador por Cádiz.
¿Podría usted ocupar un puesto en la futura Comisión?
España puede jugar un papel importante con la salida del Reino Unido, y con el triunfo del PSOE en las elecciones. Son dos hechos que refuerzan nuestro papel como impulsores del europei refuerzan nuestro papel como impulsores del europeísmo. Con unos partidos socialdemócratas europeos por debajo del 20%, el PSOE con Pedro Sánchez a la cabeza se ha convertido en el líder de la socialdemocracia europea. Eso es así.
Por eso le preguntaba si será Borrell la persona para el puesto institucional que corresponda a España.
Qué mas da la persona, habrá que buscar el perfil y la circunstancia. Yo ni quiero ni dejo de querer. Créame. Ya he sido presidente del Parlamento, tengo 72 años, soy europeísta que no eurobeato, critico lo que se ha hecho mal y hago pedagogía.
Supongo que en su puesto europeo, sea el que sea, también hará pedagogía sobre el independentismo catalán.
Sí, sí. El independentismo es un verdadero ejército de agitación y propaganda, todos los días en todas partes. Son grandes fabricantes de fake news. Todo el procés es un gigantesco fake. Lo hacen muy bien, son gente motivada, dinámica y entregada a la causa. Desde Europa se les puede y se les debe combatir, hemos sido demasiado pasivos y hay que ser tan proactivos como ellos. Se quejan de que la diplomacia española defienda a España frente al independentismo, pues sí, claro, para eso estamos. Antes no era así, antes la consigna era cuerpo a tierra y no se contesta.
¿Qué importancia tiene que los presidentes del Congreso y el Senado vayan a ser catalanes?
Son dos catalanes que se sienten españoles. Un intelectual en el Senado, que no hay tantos en política, y una diputada con un gran resultado electoral. Es bueno, y el hecho de que sean catalanes compensa la desgraciada actitud de los independentistas con Iceta.
¿Cómo ha visto usted ese veto?
Ha sido el súmmum de su actitud totalitaria, la gota que desborda el vaso de su falta de respeto a los derechos de las minorías y de su sectarismo.
¿Se puede seguir contando con ERC para la gobernabilidad?
Para las cosas importantes, no. Han demostrado una y mil veces que no son de fiar. Pero inevitablemente, como ha dicho Iceta, habrá que seguir hablando con ellos. El problema de Cataluña, y lo dice alguien poco sospechoso, no se resuelve a golpe de 155. El remedio pasa por diálogo dentro de la Constitución, firmeza, razonamiento y explicación. Hay que explicar y razonar, eso es lo que algunos hemos hecho.
¿Será fácil la investidura de Pedro Sánchez?
Creo que sí, habrá más o menos gesticulación. Pero nadie puede intentar formar Gobierno aparte de él, y nadie va a querer repetir elecciones, ergo…

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