La ultraderecha galopa por la UE

Las crisis económica y migratoria dan fuelle a los extremismosLas crisis económica y migratoria han dado fuelle en los últimos años a las formaciones extremistas, que han conseguido hacerse un hueco en los Parlamentos nacionales

La Voz de Galicia, ANDER AZPIROZ , 17-05-2019

La irrupción de los 24 diputados de Vox en el Congreso está en línea con el panorama político europeo. Es la confirmación de que la extrema derecha avanza en Europa a galope impulsada por el apoyo de electores hastiados, entre otras razones, de una UE que, dicen, ha acaparado competencias nacionales por intereses oscuros de los burócratas de Bruselas, París o Berlín. Sin ser nueva, esta percepción cobró fuerza a raíz de las crisis económica y de inmigrantes, cuyas consecuencias hacen tambalear ahora los cimientos de las mayorías de socialdemócratas y conservadores que se han sucedido desde la celebración de los primeros comicios europeos en 1979. La lista habla por sí sola. Ley y Justicia gobierna en Polonia con mayoría absoluta y ha recibido una advertencia de la Comisión Europea por su intento de reforma del poder judicial para, supuestamente, hacerse con su control; en Hungría, el primer ministro Viktor Orbán está al borde de ser expulsado del Partido Popular Europeo por sus continuos ataques a los valores de la UE; la francesa Marine Le Pen encabeza las encuestas para las europeas por delante de la formación del presidente Emmanuel Macron y, en Italia, Matteo Salvini ha desafiado a los poderes comunitarios con su política antiinmigración. Más aun, en Finlandia la ultraderecha se quedó a solo 6.000 votos de ganar las generales del pasado abril; en Austria, el Partido de la Libertad gobierna en coalición con los conservadores; y el auge de Alternativa para Alemania obligó a rectificar a la mismísima Angela Merkel su inicial política de puertas abiertas para los refugiados sirios, afganos o eritreos. Estos casos evidencian que el extremismo se extiende imparable por Europa. Tanto que Portugal, Irlanda, Luxemburgo y Malta son los únicos parlamentos que no cuentan, por ahora, con representantes de la ultraderecha. ContrastesPese a compartir valores como la devolución de competencias a los Estados miembros o el cierre de las fronteras, cada extrema derecha europea es un mundo diferenciado por su idiosincrasia nacional. La UE es la enemiga, sí. Pero la posición contra ella va desde quien aspira a reducir el proyecto de integración a cenizas a los que se conforman con dar un paso atrás que ponga coto a la supranacionalidad.Vox poco tiene que ver con la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, que ha elogiado a Santiago Abascal. La política gala, sin embargo, se ha granjeado un significativo apoyo de la comunidad gay, y tiene una postura hasta cierto punto moderada sobre el aborto, que no prohibiría.
Más significativo fue el encontronazo entre los ultras de España e Italia. Matteo Salvini, por ejemplo, condenó la detención de Carles Puigdemont en Alemania, y abogó por el diálogo entre el Gobierno español y el separatismo catalán. En cualquier caso, según las encuestas, la extrema derecha se convertirá en el tercer bloque de la Eurocámara, tras democristianos y socialdemócratas.

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