Un encarcelado por la muerte de Santi Coca implica a más jóvenes

Asegura que “otras personas” que intervinieron “no están siendo investigadas” La semana que viene declara el hermano del fallecido

Diario de noticias de Gipuzkoa, , 16-05-2019

DONOSTIA- Uno de los siete jóvenes encarcelados por la paliza propinada en Donostia a Santiago Coca, un menor de 17 años que murió en el hospital dos días después, declaró ayer que hubo otras personas que participaron en los hechos que no están encausadas en este procedimiento.

Según informaron fuentes del caso, este joven, de nacionalidad argelina, testificó a petición propia durante una hora y cuarto en el Juzgado de Instrucción número 1 de San Sebastián, que investiga lo sucedido, y que ha ampliado la declaración que prestó en un primer momento el pasado 29 de abril.

Junto a este joven de nacionalidad argelina, otros cinco más se encuentran en prisión provisional por estos hechos (tres rumanos, un español y un marroquí), mientras que un séptimo, también español, quedó en libertad con medidas cautelares tras declarar en el Juzgado de Guardia el pasado día 29.

Las mismas fuentes explicaron que durante la comparecencia, este joven se mostró “arrepentido”, pidió “perdón” a la familia del fallecido y ofreció su versión de cómo sucedieron los hechos, que él calificó de “pelea”.

LA REYERTAEl incidente tuvo lugar sobre las 5.00 horas del pasado 26 de abril, en una zona comprendida entre el Ayuntamiento de Donostia y el Real Club Náutico, al inicio del Paseo de La Concha, en el exterior de la discoteca Gu, donde se produjo una reyerta, al parecer a raíz de una discusión por un paquete de tabaco, en la que el menor fallecido, que residía entre la capital guipuzcoana y Santander, resultó gravemente herido. Equipos sanitarios desplazados al lugar le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar tras lo cual fue trasladado en estado de extrema gravedad al Hospital Donostia, donde falleció dos días después. La autopsia preliminar que le fue practicada determinó que la causa de la muerte fue una hemorragia cerebral, si bien la necropsia no determinó la causa de este sangrado.

Las citadas fuentes explicaron que en la ampliación de su testifical, el joven argelino reconoció haber tomado parte en la “pelea”, si bien explicó que aquella noche no pretendía “pegarse con nadie”, sino que salió “de fiesta” con unos amigos y que “no querían acabar así”.

Este joven pidió ampliar su testimonio inicial porque en un primer momento se encontraba “bastante asustado”, no estaba “preparado” para testificar y por ello “declaró bastante poco”, precisaron las fuentes.

Así, ayer aportó nuevos datos y, “sin variar su versión”, se mostró “más colaborador” para explicar “quiénes participaron” y “cómo participó” en los hechos.

Precisó que, según las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de la zona, “se nota que hay muchísimas personas que participan en la pelea” que dura cerca de un minuto y que “incluso a él le sacan” a los 30 segundos y ésta “prosigue”. Admitió, no obstante, ser el autor de algunos de los golpes recibidos por la víctima, aunque mantuvo que no vio caer al menor ni que lo hiciera “a consecuencia de sus golpes” y señaló también que no vio “patadas por parte de nadie”.

Este joven reiteró que “está profundamente arrepentido” de haberse “peleado” con la víctima, pidió perdón a sus familiares y mostró su disposición a reparar el daño “en la medida de lo posible”, si bien insistió en que en el incidente había involucradas “otras personas” contra las que no se está siguiendo procedimiento alguno y que, a su entender, “deberían ser investigadas”.

Está previsto que, entre las próximas diligencias del caso, se tome declaración a dos nuevos testigos de los hechos, mientras que la próxima semana comparecerá el hermano del fallecido, quien en un primer momento no pudo hacerlo al encontrarse muy afectado por lo sucedido. – Ef

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