Diálogo con ortodoxos y migración en el viaje del papa a Bulgaria y Macedonia

El Diario, , 04-05-2019

El papa Francisco viaja desde mañana hasta el 7 de mayo a Bulgaria y Macedonia del Norte, la periferia de Europa, para continuar el delicado diálogo con la Iglesia ortodoxa, aún más complicado en estos dos países y poner el acento en la migración.

Francisco también quieren en estos viajes mostrar su cercanía a las pequeñas comunidades católicas, que en el caso de Bulgaria y Macedonia no llegan al 1 por ciento.

El principal tema de este viaje, que se completará en unas semanas con su visita a Rumanía, otro país de mayoría ortodoxa, es relanzar el ecumenismo, uno de los temas de este pontificado.

Además se trata de un viaje del papa a la periferia de Europa con Bulgaria, que es el país más pobre de la UE con una quinta parte de los 7,1 millones de la población que vive en el umbral de la pobreza y otro tercio de la población tiene serias dificultades de llegar a fin de mes, de acuerdo con los datos de la Oficina Estadística Europea (Eurostat).

Por la otra parte, Francisco llega después de la celebración del segundo turno en las presidenciales en Macedonia del Norte entre el socialdemócrata Stevo Pendarovski y la conservadora Gordana Siljanovska Davkova, con el primero de los candidatos que impulsa la adhesión del país a la Unión Europea (UE).

El papa Juan Pablo II visitó Bulgaria solo al final de su pontificado en 2002, pero ni él ni Benedicto XVI aceptaron nunca la invitación para visitar Macedonia.

El viaje del papa comenzará con la tradicional visita de cortesía al presidente búlgaro, Rumen Radev, y se dirigirá a las autoridades civiles y políticas del país.

Desde allí viajará al palacio del Santo Sínodo, la institución que dirige la Iglesia ortodoxa búlgara y allí se reunirá con el patriarca Neofito.

En su discurso ante el patriarca, Francisco volverá a lanzar el mensaje de la unidad entre los cristianos, algo que parece aún muy lejano como ha dejado claro la Iglesia búlgara informando de que no se participaría en actos religioso, oraciones o liturgias conjuntas con el papa.

Además Francisco tendrá que prestar atención en su discurso para no crear malestar en otras iglesias ortodoxas.

Los ortodoxos búlgaros no participan en ningún diálogo ecuménico, no forman parte del diálogo teológico internacional católico – ortodoxo ni son miembro del Consejo Mundial de Iglesias y no participaron en el Gran Consejo panortodoxo en Creta en junio de 2016.

Sin embargo, el Vaticano explicó que los ortodoxos búlgaros darán una gran acogida al papa, quién visitará la catedral ortodoxa de San Alexander Nevsk y rezará sólo y en silencio ante el trono de los Santos Cirilo y Metodio, venerados también por los católicos y enterrados en Roma.

Para los cerca de 68.000 católicos en Bulgaria, el papa celebrará una misa en la plaza Knyaz Alexander de la capital.

El lunes por la mañana, Francisco visitará el centro para refugiados de Vrazdebna, donde podrá saludar a cerca 50 personas, la mayoría sirias e iraquíes, acogidas en esta antigua escuela y escuchará el testimonio de un voluntario.

Con esta visita, aunque será privada y no televisada, como explicó hoy el Vaticano, Francisco vuelve a poner el acento en el tema de la acogida de inmigrantes en Europa en un país que mantiene una política dura contra la migración y que ha construido una valla metálica de más de 270 kilómetros en su frontera con Turquía.

Viajará después a la localidad de Rakovski, de mayoría católica, y donde celebrará una misa en la que recibirán la primera Comunión 242 niños.

A su vuelta a Sofía celebrará una oración de la paz junto con exponentes del resto de confesiones presentes en el país.

El martes por la mañana viajará a Skopje y se convertirá en el primer papa que visita Macedonia, desde hace pocas semanas llamada Macedonia del Norte.

Después de reunirse con el presidente del país y dirigirse a las autoridades, el papa visitará el edificio dedicado a la Madre Teresa de Calcuta, que nació en esta ciudad, y encontrará a algunos de los pobres que asisten en este centro.

El pontífice argentino participará en un encuentro ecuménico con jóvenes de las diferentes religiones, y no habrá reunión con los líderes ortodoxos del país,

Aquí, la situación religiosa también es delicada, ya que la Iglesia ortodoxa de Macedonia ha querido desvincularse del Patriarcado de Serbia y actualmente no es reconocida por ninguna de las otras iglesias ortodoxas.

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