El líder de la formación ultraderechista Verdaderos Finlandeses (VF) es doctor en Filosofía y experto en lenguas eslavas. De 47 años, se afilió al partido en 2010 y hoy es su principal ideólogo en lo que se refiere a las políticas de asilo e inmigración. Tiene un perfil duro, lo que no ha impedido atraer el voto creciente de finlandeses que desconfían de las políticas de acogida. Sus opiniones le valieron una condena por racismo en 2012, pero también se ha destacado por su profundo antieuropeísmo. Se opuso al rescate de Portugal y sobre Grecia escribió, cuando atravesaba el peor momento de su crisis económica, que «necesitaría en este momento una junta militar que no tuviera que preocuparse de su popularidad y que pudiera reprimir a los huelguistas y a los manifestantes con carros blindados».

La llegada de Halla – aho a la presidencia de VF en 2017 provocó un giro a la ultraderecha de la formación, hasta entonces más bien populista y nacionalista, que conllevó su expulsión de la coalición gubernamental.