Los socialdemócratas ganan las elecciones en Finlandia a la ultraderecha por apenas 6.000 votos de diferencia

Lo Verdaderos Finlandeses han logrado el 17,5% de los votos en las elecciones finlandesas que ha ganado el SDP de Antti Rinne con el 17,7%.Rinne ha reconocido que esperaba "una victoria más amplia", aunque ha celebrado el primer triunfo electoral de los socialdemócratas finlandeses desde 1999.

El Diario, , 15-04-2019

Los socialdemócratas finlandeses de Antti Rinne han logrado este domingo una victoria por la mínima frente a la extrema derecha en las elecciones parlamentarias que se han celebrado en el país. El Partido Socialdemócrata (SDP) ha superado por solo dos décimas –unos 6.000 votos– a los Verdaderos Finlandeses.

El SDP ha obtenido el 17,7% de los votos y 40 escaños frente al 17,5% y 39 escaños de la extrema derecha, una histórica victoria que permitirá a Rinne dirigir las negociaciones para formar el próximo Ejecutivo de coalición en el país nórdico.

“Si soy honesto, me esperaba una victoria más amplia, pero aún así hemos logrado nuestro primer triunfo electoral desde 1999”, ha afirmado un exultante Antti Rinne ante sus seguidores.

El SDP, que en 2015 sufrió una debacle electoral y cayó a la cuarta posición, ha cosechado un 1,2 % más de votos, suficiente como para lograr seis diputados más y hacerse con la victoria.

Por su parte, los Verdaderos Finlandeses han logrado recuperar el apoyo popular perdido tras dos años en una coalición de gobierno que aplicó fuertes recortes en las prestaciones sociales y se enfrentó en 2015 a la peor crisis migratoria que sufrió el país.

La clave de este avance fue la llegada a la dirección del partido en 2017 del eurodiputado Jussi Halla – aho, representante del ala radical, quien dio un giro a la formación hacia la ultraderecha que supuso su expulsión de la coalición gubernamental.

El partido conservador Kokoomus, hasta ahora en el Gobierno, ha logrado salvar los muebles en estas elecciones y ha conseguido el 17% de los votos, 1,2 puntos menos que en las anteriores elecciones, aunque la fragmentación del voto le ha permitido conseguir 38 diputados, uno más que en 2015.

El también gobernante Partido de Centro del primer ministro finés, Juha Sipilä, ha sido el que más sufrió el castigo de los votantes y ha obtenido el peor resultado de su historia, con el 13,8% de los votos y 31 diputados, 18 menos.

“Nuestro partido es el gran perdedor en estos comicios, el pueblo ha hablado y se acabó”, ha reconocido humilde Sipilä, cuyas políticas de austeridad permitieron sanear las finanzas públicas del país nórdico, pero, para muchos votantes, socavaron los cimientos de su sistema bienestar.

Por su parte, Los Verdes son el partido que más sube después del SDP, al lograr el 11,5% de los sufragios y 20 escaños, cinco más que en 2015, gracias a la preocupación de los ciudadanos por el cambio climático y el reciente retorno a la presidencia del partido del carismático Pekka Haavisto.

El SDP de Rinne, que concurría a estas elecciones con el eslogan “Meillä taitaa olla sama suunta” (parece que vamos en la misma dirección), aboga por crear una sociedad basada en el trabajo, el crecimiento económico, el desarrollo ecológicamente sostenible y la justicia social.

Su objetivo es aumentar el gasto público en educación y servicios sociales, dedicando 1.500 millones de euros durante los próximos cuatro años, para apuntalar el estado de bienestar, seriamente afectado por las políticas austeras del Ejecutivo saliente.

Según Rinne, ese aumento del gasto se financiaría elevando la tasa de ocupación hasta el 75 %, frente al 72,5 % actual, y con un aumento de la carga fiscal a las rentas altas y a las empresas que en estos momentos no pagan impuestos.

“No vamos a aumentar los impuestos a los ciudadanos con ingresos bajos y medios. Pero aquellas empresas que actualmente no pagan ningún impuesto, tendrán que contribuir”, aseguró recientemente a Efe.

Otra de sus prioridades es la lucha contra el cambio climático, con el objetivo de que Finlandia sea un país neutro en carbono antes de 2035 y con emisiones de carbono claramente negativas en la segunda mitad del siglo.

Para ello propone, entre otras medidas, una reforma fiscal que reduzca el IVA de los bienes y servicios sostenibles frente a los más contaminantes y un plan claro para renunciar al uso de combustibles fósiles y turba como fuentes de energía, al tiempo que se fortalecen los sumideros de carbono.

El resultado electoral augura unas complicadas negociaciones para la formación del próximo Ejecutivo de coalición.

La opción más natural sería la creación de un Gobierno rojiverde, con el SDP, Los Verdes y la Alianza de Izquierdas como principales socios, pero la suma de sus diputados, 76 de un total de 200, no les alcanzaría para lograr una mayoría absoluta y tendrían que incluir en la coalición a alguno de los otros tres grandes partidos.

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