ALMERÍA ESTRENA VIGILANCIA.

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Los secretarios de Estado de Seguridad e Inmigración inauguraron el nuevo servicio de vigilancia SIVE.

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El presidente del Gobierno de Canarias, Adán Martín, solicitó una entrevista urgente con José Luis Rodríguez Zapatero para estudiar más medidas que frenen la llegada masiva de inmigrantes. El dirigente insular también pretende protestar por el incumplimiento del Ejecutivo central de los acuerdos adoptados en marzo del año pasado, en los que se recogían una serie de iniciativas con las que se frenaba este fenómeno.

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El Gobierno autónomo reconoce, no obstante, lo acertado de las medidas anunciadas el lunes por la vicepresidenta primera, aunque el Gabinete de Adán Martín exige que se concreten los compromisos y se fijen fechas precisas para evitar que se repita lo sucedido con los acuerdos de marzo.

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El encargado de dar cuenta de este acuerdo adoptado en una reunión urgente del Ejecutivo insular fue el consejero de la Presidencia, José Miguel Ruano, quien consideró que lo ocurrido «es la expresión de una crónica anunciada, previsible en el momento en que mejorasen las condiciones del mar, a lo que han contribuido los incumplimientos del Gobierno del Estado».

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Ruano se quejó de que Canarias «está deslocalizada» de las políticas generales del Estado en comparación con otras comunidades. El Ejecutivo canario exigirá que se solicite información directa de los ministerios con competencias en materia de inmigración. Pidió además participar en la Cumbre Euroafricana que se celebrará el próximo julio en Marruecos.

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El consejero aseguró que los servicios de atención a los inmigrantes a pie de playa están desbordados. Respecto a la polémica surgida a raíz de algunas declaraciones del delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, sobre la llegada de embarcaciones al archipiélago, Ruano dijo que no duda de su buena voluntad, pero la inmigración es algo «que lo ha superado», razón por la que el Ejecutivo autónomo desea tratar el problema directamente con Zapatero.

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En el cruce de declaraciones entró también el presidente del Cabildo Insular de Tenerife, el senador de Coalición Canaria Ricardo Melchior, quien afirmó que habrá que poner «todas las pateras con todos los irregulares en la Moncloa» para que el Gobierno central «se dé cuenta» de lo que ocurre.

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Melchior criticó que los ministros, e incluso Zapatero, puedan acudir hoy al partido de fútbol de la Liga de Campeones, en París, cuando «en seis meses no ha podido ir un ministro a Mauritania». También habló de los fondos de la UE: «No sabemos a qué destinar los dos millones de euros. Se podrían dividir por 1.500 vidas perdidas, y cada vida saldría a poco más de 1.000 euros».

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Los juzgados, saturados

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Antonio Castro Feliciano, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, anunció, a su vez, que los juzgados de instrucción de Tenerife para la inmigración ilegal están «en colapso total». Castro no responsabilizó al efecto llamada de la llegada de la última oleada de inmigrantes: «Vienen porque se mueren de hambre».

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La situación ha provocado que en juzgados como el de Arona se haya tenido que nombrar a dos jueces para reforzar al que está de guardia.