La ministra de Inmigración de Holanda, Rita Verdonk, ha retirado la nacionalidad holandesa a Ayaan Hirsi Alí, diputada de origen somalí amenazada de muerte por islamistas radicales, una decisión que ha provocado un enfrentamiento de posturas en el partido liberal en el Gobierno (VVD), al que ambas mujeres pertenecen.

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El viceprimer ministro y ministro de Finanzas, Gerrit Zalm, «en calidad de ex cabeza de lista» de su partido, afirmó estar «sorprendido por la rapidez» con la que Verdonk concluyó que Hirsi Alí recibió la nacionalidad holandesa de forma incorrecta. No obstante, se mostró esperanzado en que pueda presentar una nueva solicitud y que ésta se «tramite igual de rápido».
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En su decisión, Verdonk argumentó que su compañera de partido nunca tuvo la nacionalidad holandesa porque en 1997, cuando se tramitó su pasaporte, facilitó un nombre y una fecha de nacimiento incorrectas, lo que anula la posible validez del documento de identidad. Tanto Zalm como Hirsi Alí recordaron ayer que su verdadero nombre (Ayaan Hirsi Magan) y fecha de nacimiento son conocidos desde hace años.
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A causa de la polémica, la somalí, de 37 años, anunció ayer que deja de inmediato su escaño en el Parlamento porque sin estar nacionalizada en Holanda es «imposible» asumir esa posición. Hirsi Alí, que reiteradamente ha elogiado la dura política de expulsión de ilegales de su colega de partido, dijo sentirse «decepcionada y sorprendida» por la decisión. Asimismo anunció que recurrirá, para lo cual dispone de un plazo de seis días.
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Recordó que ella misma ya habló abiertamente en el pasado sobre la información falsa que dio sobre ella y subrayó que los refugiados proporcionan datos incorrectos por miedo. Por tal motivo, consideró «una sanción desproporcionada» que el precio a pagar sea la retirada de la nacionalidad. Recordó que llegó a Holanda en el año 1992 huyendo de un matrimonio de conveniencia organizado por su padre para que se casase con un primo que residía en Canadá.
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El lunes se supo que Hirsi Alí tiene previsto trasladarse a Estados Unidos, donde trabajará para la oenegé American Enterprise Institute, de corte conservador y que asesora al Gobierno de George W. Bush. La ex diputada dijo también que uno de los motivos de su marcha era una decisión judicial que la obliga a abandonar su casa de La Haya el próximo agosto. Sus vecinos la denunciaron al considerar que las fuertes medidas de seguridad en su vivienda, por las amenazas islamistas, ponían en riesgo sus propias vidas.