París/Berlín – Con una carta rubricada por el presidente José Luis
Rodríguez Zapatero, el Gobierno espera que los países subsaharianos tomen
consciencia de la preocupante situación que viven las Islas Canarias,
incapaces de hacer frente a la incesante llegada de inmigrantes africanos
en los cayucos. En el texto, el Ejecutivo explica su «preocupación» por la
situación que se vive en Canarias y «solicita ayuda» a estos países para
frenar el flujo de salida de inmigrantes. El ministro de Exteriores,
Miguel Ángel Moratinos, transportó ayer esa misiva hasta París, donde se
la entregó a los presidentes de Malí, Amadou Toumani Toure; Guinea – Bissau,
Joao Bernardo Vieira; y al de Senegal, Abdoulaye Wade, entre otros. La
visita de Moratinos se organizó a toda prisa, «dada la situación actual de
las Islas Canarias», para dar una respuesta exterior a la crisis política
derivada por la masiva presencia de inmigrantes africanos indocumentados
en los centros de acogida del archipiélago.
   Moratinos anunció,
además, que una «misión diplomática urgente» viajará en los próximos días
a los países citados y otros de la zona, como Guinea Conakry, Sierra Leona
y Cabo Verde, en la búsqueda de «decisiones específicas» que alivien la
presión migratoria sobre Canarias. España abordará el asunto migratorio,
en su negociación con estos países subsaharianos, como un «problema
global», según el titular de Exteriores. Moratinos citó los acuerdos de
repatriación, el control en el origen de los flujos migratorios y los
instrumentos de cooperación como algunos de los elementos que serán
evocados en esta misión diplomática urgente. El ministro reconoció que es
necesario «regular un fenómeno que cada vez preocupa más a la sociedad
española».
   Acto seguido, Moratinos viajó a Berlín y,
durante una conferencia de prensa ofrecida junto a su homólogo alemán,
Frank Walter Steinmeier, reconoció que «España sola no puede» hacer frente
a los movimientos migratorios masivos. La situación también será tratada
en la reunión extraordinaria de titulares de exteriores europeos que se
celebrará dentro de diez días en Viena. Para Moratinos «se trata de un
problema importante no sólo para España, sino para toda Europa», por lo
que se tendrá que solicitar a los países miembros de la UE y a la Comisión
Europea que compartan la responsabilidad.
   A la espera de que la vía
diplomática empiece a dar resultados, el Gobierno sigue reforzando la
vigilancia en aguas canarias. El Ministerio de Defensa enviará a lo largo
de la semana tres patrulleras de la Armada y tres aeronaves para intentar
frenar una llegada masiva que no se detiene. Ayer llegaron a Tenerife
otros tres cayucos con 200 subsaharianos, entre ellos al menos un menor de
edad.