'Santa Ayaan' hace las maletas

La Vanguardia, 17-05-2006

Con lágrimas en los ojos, la diputada holandesa de origen somalí Ayaan Hirsi Ali anunció ayer que su decisión de abandonar los Países Bajos y su escaño parlamentario. Hirsi, conocida por sus críticas a la religión musulmana y su participación en un documental del asesinado Theo Van Gogh, deja atrás una reputación arruinada y el pasaporte holandés por el que tanto luchó. El mito de Santa Ayaan, como la ha bautizado con sorna un programa de televisión que hurgó en su pasado en Somalia y Kenia, se ha venido abajo.
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Las mentiras que supuestamente contó a las autoridades de inmigración para lograr la nacionalidad holandesa se han vuelto en su contra.
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Hirsi hace las maletas rumbo a Estados Unidos, donde trabajará en el American Enterprise Institute, un think tank conservador.
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En 2002, cuando ingresó en las filas del partido liberal VLD, Hirsi admitió que una década atrás había mentido para lograr la nacionalidad, sin mayores consecuencias. Mintió en su nombre, edad y ruta seguida como refugiada somalí. Ahora se le acusa de haber inventado también los detalles más emotivos de su historia, los que conmovieron a las autoridades. Un programa televisivo de la cadena Vara mostró la semana pasada a varios de sus familiares contradiciendo puntos esenciales de su historia. Ni sufría la persecución del Gobierno somalí – residía en Kenia en una familia de clase media – ni se enfrentaba a represalias por huir de un matrimonio amañado. El documental aseguró que incluso ha tenido contacto con su ex marido, un primo canadiense de origen somalí con el que supuestamente iba a reencontrarse en Norteamérica cuando cambió el destino de su viaje para, tras pasar por Alemania, dirigirse a los Países Bajos. Hirsi califica de rumores esta versión y afirma que pidió asilo para “poder tomar las riendas de su vida”.
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¿Quién diría algunas mentiras para lograr una vida mejor?, se preguntan muchos holandeses, divididos sobre otro caso con el que Santa Ayaan no soportaba la comparación, el de una estudiante kosovar de 18 años, Taida Pasic, a la que el Gobierno holandés ha expulsado por mentir en sus motivos para entrar al país. Este clima de dureza contra los inmigrantes se ha cebado también con Hirsi. La ministra del VLD Rita Verdonk reaccionó con calma a las primeras alegaciones, pero la presión del fin de semana la llevó a encargar una investigación acelerada que se ha saldado con la conclusión de que Hirsi “nunca logró la nacionalidad”. Al mentir sobre su identidad, el proceso se considera invalidado. Hirsi se mostró ayer dolida por la fulminante respuesta de Verdonk, que ha aplicado con ella la misma línea dura que tantas veces aplaudió como compañera de partido. La diputada subrayó que, al margen de los acontecimientos de los últimos días, ya pensaba saltar a la arena internacional para dar más visibilidad a sus ideas sobre la emancipación de la mujer musulmana y la relación entre el islam y occidente. Desde el asesinato del cineasta Theo Van Gogh, con quien colaboró en el guión de la provocadora película Sumisión,Hirsi está amenazada de muerte. Vive bajo protección policial y ha tenido que cambiar de domicilio en varias ocasiones. “Es difícil trabajar como una parlamentaria si no tienes dónde vivir, todo eso es difícil pero no imposible, pero se volvió imposible anoche”, dijo ayer en referencia al anuncio de retirarle la nacionalidad.
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