washington. La decisión del presidente George W. Bush de enviar a 6.000 miembros de la Guardia Nacional de EEUU a la frontera con México aumentará el riesgo de abusos contra personas sin frenar el flujo ilegal de inmigrantes, advirtieron grupos defensores de los hispanos.

“Con militares en la frontera veremos un aumento en violaciones (a los derechos) civiles y humanos”, dijo Michele Waslin, directora de investigación sobre política migratoria del Consejo Nacional de la Raza. Waslin añadió que “las leyes migratorias son muy complejas y los militares no tienen el entrenamiento para cumplir con las leyes de migración; están preparados para una guerra, no para esto”.

La experta de la principal organización que defiende a los hispanos en Estados Unidos también opinó que el plan de Bush “no es efectivo, porque hace años que estamos tratando de poner más personas y más recursos en la frontera y no ha funcionado, porque la gente sigue viniendo y necesitamos reformas más amplias”.

Por su parte, el portavoz presidencial mexicano, Rubén Aguilar, dijo a la prensa que el anuncio de Bush no significa la “militarización” de la zona fronteriza y que la administración del presidente Vicente Fox no tiene previsto adoptar una medida similar. Aguilar señaló que el anuncio de Bush tampoco implica un endurecimiento de la política migratoria de EEUU, aunque al Gobierno de Fox le preocupa que “a algunos sectores no les haya quedado claro el tema migratorio”. >efe