Nuevo episodio de racismo en el fútbol, esta vez en la liga boliviana. El pasado lunes el brasileño Serginho, jugador del Wilstermann, decidió abandonar el campo antes de la conclusión del encuentro frente al Blooming en Santa Cruz de la Sierra (2-0). La afición local se ensañó con el extremo por ser de color y en el minuto 85, harto de los insultos xenófobos, declinó lanzar el córner y se fue directo a los vestuarios, dejando a su equipo con diez futbolistas al haber agotado el entrenador los cambios.

Serginho, de 34 años y que había militado casi toda su carrera en el fútbol brasileño hasta 2017, se sintió muy dolido por los improperios recibido desde la grada. Según algunos periodistas del país sudamericano, habló con sus compañeros para manifestarles la intención de abandonar Bolivia.

“Nuestra solidaridad con Serginho, jugador de Wilstermann que abandonó ayer la cancha, a modo de protesta, tras recibir insultos racistas de parte de malos hinchas. El fútbol es un deporte que une a los pueblos, no debemos permitir que se manche con estos actos discriminadores”, escribió el presidente Evo Morales en las redes sociales.

Los comentarios de los periodistas de Tigo Sports Bolivia tampoco ayudan a erradicar la plaga que existe en el fútbol y en la sociedad. “ Sos futbolista, sabes a lo que te metes”, dijeron durante la retransmisión, incapaces de comprender porque dejaba a su equipo con un jugador menos. El Wilstermann disputa este año la Copa Libertadores.