“Los vascos son muy solidarios”

Diario de noticias de Gipuzkoa, UN REPORTAJE DE NEKANE LAUZIRIKA, 15-03-2019

“Los vascos y vascas de las Euskal Etxeak de Venezuela sienten que Euskadi se ha olvidado de ellos’’ edurne atxurra “No tenemos capacidad de respuesta para los venezolanos que nos llegan sin nada;es muy, muy triste”

Él, profesor de Ciencias Sociales, y ella, licenciada en Educación, huyeron de la miseria, la violencia y el caos en el que está sumido su país, hacia Ecuador. “Allí estuve trabajando e intentando ahorrar, porque obtener recursos para venir a Europa es muy complicado;hemos tenido que desprendernos de todo lo que teníamos para poder salir de Venezuela”, reconoce Luiggi.

Su experiencia en Ecuador fue desalentadora, “porque el racismo hacia los venezolanos, al igual que ocurre en Panamá, es el pan nuestro de cada día. La emigración ha sido tan fuerte hacia estos países que se sienten invadidos”, explica intentando buscar un porqué al fenómeno de la xenofobia. “No era el lugar idóneo para formar una familia y para que naciera nuestro bebé”, reconoce sonriente Neidelys, embarazada de cuatro meses.

Su aterrizaje en Euskadi fue duro. Aún recuerda la noche que tuvieron que dormir en el parque de Etxebarria, en Bilbao, porque todas las puertas que tocaron estaban cerradas para ellos. Sin embargo, “Dios aprieta pero no ahoga” y en su camino se cruzó Tierra de Gracia,una asociación defines generales, para la cooperación y el desarrollo, la acción social y humanitaria, que contribuye al acercamiento entre la sociedad vasca y los venezolanos residentes en la CAV.

APOYO A LOS RESIDENTESTierra de Gracia busca también mejorar la calidad de vida de las comunidades venezolanas residentes en Euskadi, así como sensibilizar a la sociedad de acogida proyectando una imagen positiva de la identidad venezolana a través de sus tradiciones: arte, cultura, etc. “En esta línea trabajamos por crear lazos de cooperación y desarrollo entre Euskadi y Venezuela, buscar espacios de reflexión y búsqueda de soluciones a las necesidades de las comunidades venezolanas residentes en Euskadi”, explica con vehemencia Aitzbea Ramos Barreda, vascavenezolana afincada en Euskadi por amor.

A Aitzbea se le quedó el alma en un hilo cuando hace unas semanas conocieron el caso de Luis y Neidelys, expulsados de la habitación donde vivían porque se quedaron sin dinero después de que el hombre para el que trabajaba Luis decidiera prescindir de él sin pagarle lo que habían acordado. “Tragedia que hemos visto y que se repite cada vez con más frecuencia debido a que gente desaprensiva se aprovecha de las personas sin papeles para contratarlas y después no pagarles”, añade la directiva de Tierra de Gracia.

La joven pareja vive actualmente en Karrantza con un sacerdote que se los llevó a su casa, al tiempo que se empapa de la idiosincracia del entorno. Tocaron el cielo cuando el cura les ofreció su domicilio para vivir hasta que puedan estabilizar su vida con un trabajo. “Sin límite de tiempo, su generoso ofrecimiento nos ha dado la vida;hemos podido empadronarnos y para nosotros es un seguro de vida, ya que podremos acceder a Osakidetza sin problemas, y que tanta falta nos hará cuando nazca nuestro pequeño”, se emociona Luis al contarlo. “La sociedad vasca es muy solidaria”, asiente Neidelys en plena coincidencia con Edurne Atxurra, vasco-venezolana de Algorta. “¿Si nos gustaría volver a Venezuela cuando el país se normalice? Por supuesto si la situación mejorara y hubiera la paz social que tienen en Bilbao. Porque allí está nuestra familia, los amigos”, relatan. “Pero en estos momentos hay un secuestro del poder, avalado por el Ejército, y el pueblo venezolano es el que pone los cadáveres”, apostilla apesadumbrado Luis.

SIN RESPUESTAActualmente en Euskadi hay alrededor de 7.000 venezolanos empadronados. “La cifra se ha disparado desde 2015”, subraya Edurne Atxurra, vasca-venezolana afincada en Getxo desde hace 18 años, quien, al igual que Aitzbea, se lamenta “de la poca capacidad de respuesta que están teniendo desde el Ejecutivo vasco en general”, “y desde la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo, con el colectivo de vascos que están sufriendo en Venezuela y los que llegan a Euskadi huyendo de la miseria y el dolor”, explica otro integrante de la asociación.

¿No han encontrado sensibilidad en las instituciones vascas? “Sensibilidad mucha, pero lo que no ponen son los medios para paliar la situación de este colectivo;todo son buenas palabras, pero nada más”, se quejan miembros de la asociación, para quienes, siendo Bilbao la mejor ciudad de Europa, tendría que liderar el modo de agilizar que este colectivo tuviera el permiso de trabajo en seis meses y poder evitar la deportación. “Es posible hacerlo;nos situaría entre los países más avanzados en derechos sociales”, recalcan.

Sin embargo, tal y como opina el joven Pedro Gil, presidente de la asociación, “la burocracia no les está permitiendo solucionar los problemas legales que tienen como exilados”, subraya en la lonja que han habilitado desde Tierra de Gracia en el barrio bilbaino de Txurdinaga, donde recogen ropas y distintos enseres para los venezolanos que viven en Euskadi y que lo necesitan. “Hace unos meses conseguimos enviar ocho cajas de medicinas al Centro Vasco de Caracas “pero nos resulta extremadamente complicado aunque logramos sortear las aduanas, porque el régimen de Maduro no deja que pasen”.

En Tierra de Gracia muestran su desencanto por el escaso apoyo a las Euskal Etxeak, conscientes de que “si los vascos de Venezuela no hubieran ayudado económicamente al Gobierno Vasco en el exilio y cuando Franco murió, es muy probable que el Gobierno Vasco actual no existiera”, sentencian, preocupados por las noticias, “cada vez más alarmantes” que les llegan de su país y que les impiden contactar con sus seres queridos. “No deseamos a nadie que pase por lo que nos ocurre a nosotros”, remachan.

LA DIÁSPORA

Más de 3 millones. Son los ciudadanos y ciudadanas que se han exilado desde 2015 a 2919 de Venezuela para huir de la miseria y de la pobreza y del horror en que está sumido el país.

Ecuador y Panamá. Gran número de hombres y mujeres venezolanos se han asentado en estos dos países, aunque muchos los abandonas por la marginación que sienten, ya que piensan “por el enorme número que han llegado, que les han invadido”.

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