Multa a Russel Westbrook y sanción de por vida al aficionado que le insultó

Los jugadores de los Jazz defienden públicamente a su rival tras el incidente en su pista

ABC, S. D., 14-03-2019

El incidente en el que Russel Westbrook fue protagonista en la noche del lunes ha tenido consecuencias, tanto para el jugador de los Oklahoma City Thunder como para el aficionado de los Jazz que le insultó y comenzó la discusión. Al primero la NBA le ha multado con 25.000 dólares «por dirigir lenguaje grosero y amenazador a un aficionado», mientras que al segundo la franquicia de Utah le ha prohibido el acceso a su pabellón de por vida.

«No hay lugar en nuestro deporte para los ataques personales o la falta de respeto», argumentan los Utah Jazz en un comunicado oficial en el que dieron a conocer su decisión. «Todos merecen la oportunidad de disfrutar y jugar el juego en un ambiente seguro, positivo e inclusivo», firmó el presidente de la franquicia, Steve Starks. «El comportamiento ofensivo y abusivo no refleja los valores de la familia Miller, nuestra organización y la comunidad. Todos tenemos la responsabilidad de respetar el juego de baloncesto y, lo que es más importante, entre nosotros como seres humanos. Este ha sido siempre el sello distintivo de nuestra increíble base de aficionados y siempre debe ser nuestro estándar en lo adelante», agregó.

El incidente se hizo viral al hacerse público a través de las redes sociales el vídeo de la dura respuesta de Westbrook a los ataques del aficionado de los Jazz y su pareja, situados cerca del banquillo de los Thunder. Y cobró mayor relevancia al ser el segundo incidente que la estrella de los de Oklahoma tiene en Utah en menos de un año.

Westbrook explicó tras el partido su reacción, que asegura que se debió a las palabras del aficionado, que según él le dijo «ponte de rodillas como estás acostumbrado», una frase que el base consideró «totalmente irrespetuosa» y de carácter «racial».

Compañeros del jugador que también estaban en el banquillo, como Raymond Felton y Patrick Patterson, confirmaron la versión de Westbrook, confirmada también después por los Utah Jazz, lo que llevó a la franquicia a tomar la decisión de vetar al hincha.

Apoyo de sus rivales

Más allá de este castigo, algunos jugadores de los Jazz como Rudy Gobert o Donovan Mitchell apoyaron públicamente a Westbrook este martes.

«Estoy personalmente herido por el incidente», explicó Mitchell en un comunicado. «Como un hombre negro que vive en una comunidad a la que amo y que juega en un equipo que me da la oportunidad de vivir mis sueños, este incidente llega cerca de casa. El racismo y el odio nos lastiman a todos, y esta no es la primera vez que algo como esto ha sucedido en nuestro campo. El estado de Utah que he llegado a amar es acogedor e incluyente, y el incidente de la noche anterior no es indicativo de nuestros aficionados. No queremos crear una reputación negativa para los atletas que posiblemente quieran venir a Utah. Quiero agradecer a mi equipo y a la NBA por responder rápidamente a este odioso incidente y por ayudar a hacer de nuestro estadio un lugar donde todos los aficionados y jugadores sean bienvenidos».

Por su parte Gobert insistió en la idea de que el comentario no representa a los aficionados de los Jazz, al tiempo que recalcó que nunca escuchó un comentario racista en el Vivint Arena durante sus seis temporadas con la franquicia.

«Por mucho que me guste competir contra Russ, y siempre hay piques entre él y yo, como ser humano, siento por él y comprendo su reacción», explicó en la cadebna ESPN. «No hay sitio para ese tipo de comentarios que se hacen a cualquier ser humano, ya sea un jugador o un aficionado. Lo que se le diga a Russ es como si me lo dijeran a mí, como un hombre negro. Cualquier aficionado en este pabellón representa a los Jazz y al estado de Utah y debe ser responsable», argumentó.

Demasiado expuestos a los aficionados

Y fue más allá al destacar la situación que los jugadores viven en las pistas frente a los aficionados: «A veces casi se siente como un zoológico. Las personas pagan dinero para mirarnos y sentir que pueden tocarnos o hacer lo que quieran. Como ganamos millones, se espera que nos quedemos callados y lo aceptemos. Pero no pueden hacer lo que quieran. Es realmente importante que hagamos responsables a esas personas, porque al final del día, esos niños son el futuro de este país y el futuro del mundo. Tenemos que mostrarles lo que es correcto».

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)