RAMON SUÑÉ – 20/02/2006
BARCELONA

Más de 60.000 inmigrantes empadronados en Barcelona y sin permiso de residencia permanente no han respondido a la llamada del Ayuntamiento y no han procedido todavía a renovar su registro en el padrón. Fuentes municipales señalaron a La Vanguardia que esta circunstancia provocará con toda seguridad una revisión a la baja de la cifra de residentes extranjeros en la ciudad (259.650, según los datos no oficiales correspondientes al 1 de enero de este año), ya que en los próximos meses el Ayuntamiento dará de baja del padrón a aquellas personas que no hayan renovado. La inscripción en el padrón municipal permite acceder a los servicios asistenciales básicos.
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En cumplimiento de la ley de Bases de Régimen Local, que obliga a los inmigrantes sin permiso de residencia a renovar su inscripción en el padrón municipal cada dos años, y de la campaña impulsada por el Instituto Nacional de Estadística y el Ministerio de Administraciones Públicas, el Ayuntamiento de Barcelona envió una carta a 116.000 personas pidiéndoles que procedieran a dicha renovación. Inicialmente el plazo debía finalizar en diciembre del 2005, pero después se prolongó hasta el próximo 28 de febrero.
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Las citadas fuentes indicaron que a falta de pocos días para que se cierre definitivamente el período de inscripción, apenas un 40% de los afectados ha atendido a la demanda del Ayuntamiento. Es muy probable que muchos de ellos ya no vivan en Barcelona, dado que se ha detectado cierta movilidad de la población inmigrante, que suele recalar inicialmente en la capital para después desplazarse a otros municipios, dentro y fuera de la región metropolitana.
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El Ayuntamiento de Barcelona ha llevado a cabo en los últimos meses una campaña activa de empadronamiento. En un primer momento se remitieron cartas a los domicilios registrados, y antes de depurar el padrón municipal, se ha llevado a cabo un segundo envío con información explicativa del procedimiento en ocho idiomas: catalán, castellano, inglés, urdu, chino, árabe, ruso y francés.
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Algunos de los datos sobre el proceso de renovación del padrón fueron dados a conocer el pasado lunes en la reunión de la Comisión de Inmigración, presidida por el alcalde Joan Clos y a la que asistieron los líderes de los grupos políticos. En esta sesión se pasó revista a tres años de aplicación del Plan Municipal de Inmigración, un instrumento aprobado por unanimidad a finales del 2002 y que fija tres líneas estratégicas de actuación, 16 objetivos y casi un centenar de medidas concretas.
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El equipo de gobierno considera que el balance es satisfactorio y ha optado por adaptar el documento a las nuevas realidades de la inmigración. Ha descartado, por lo tanto, la elaboración de un nuevo plan que, a falta de poco más de un año para las elecciones municipales, podría haber inducido episodios de lucha partidista en torno a una cuestión que requiere una dosis extra de prudencia.
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El Ayuntamiento insiste en que muchas de las políticas de inmigración son competencia de otras administraciones, a las que se ha dirigido para modificar situaciones como las que se dan en el ámbito de la educación. En este contexto, cabe señalar que los colegios públicos, donde está escolarizado sólo el 36% de los estudiantes de Barcelona, acogen nada menos que al 75% de alumnos inmigrantes.
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En paralelo a esta revisión a escala de toda la ciudad, el distrito de Ciutat Vella está ultimando su propio plan de inmigración, que aprobará a finales de este mes. Este plan, elaborado en colaboración con las entidades del distrito, incluirá proyectos de mediación comunitaria en el sector comercial, un mayor control de las viviendas sobreocupadas, programas de mediación en conflictos vecinales, la ampliación de los horarios de los centros cívicos, la creación de un centro de acceso a las nuevas tecnologías y la puesta en marcha de proyectos de vivienda tutelada.
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En las sesiones de preparación del plan de Ciutat Vella se ha puesto de manifiesto la convicción de que la música y la práctica del deporte pueden actuar como dos importantes factores de integración de la población inmigrante. En este sentido, el plan preverá medidas como la organización de una jornada de deportes del mundo, la promoción del deporte entre las chicas, el fomento del excursionismo, becas y ayudas a deportistas y a quienes quieran aprender a tocar instrumentos musicales, e incluso la creación de un fondo de instrumentos para quienes no tengan dinero para adquirir uno.
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