De los 1,2 millones de refugiados que necesitaban un reasentamiento en países distintos a los iniciales de acogida, sólo 55.692, un 4,7 % del total, pudieron finalmente viajar a zonas más seguras en 2018, señaló hoy la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Según destacó en rueda de prensa la portavoz de la ACNUR Shabia Mantoo, 28.200 de estos refugiados huyeron de la guerra en Siria, 21.800 de la violencia en la República Democrática del Congo, 4.300 de la dictadura en Eritrea y otros 4.000 del conflicto en Afganistán.

En general, los refugiados que necesitan reasentamiento se encuentran en países vecinos a áreas en conflicto (el Líbano, Turquía, Jordania, Uganda…) y se busca su traslado a Europa, Estados Unidos, Australia o Nueva Zelanda, entre otros lugares.

“El reasentamiento es un instrumento de protección y un mecanismo tangible para que gobiernos y comunidades de todo el mundo compartan la responsabilidad de responder a crisis de desplazados forzosos”, recordó Mantoo.

En 2018 Estados Unidos se mantuvo como el principal país de acogida de estos refugiados (17.113), seguido de Canadá (7.713), el Reino Unido (5.702) y Francia (5.109), mientras que España sólo respondió a 80 de estos casos, y Latinoamérica a 11 (ocho en Uruguay y tres en Argentina).

Más de la mitad de peticiones de reasentamiento fueron para niños, aunque también se encuentran supervivientes de violencia y tortura, así como personas con especiales necesidades de protección, explicó Mantoo.

La portavoz de la ACNUR calculó que en 2019 alrededor de 1,4 millones de refugiados necesitarán este tipo de reasentamientos, especialmente huidos de la guerra de Siria actualmente en otros países de Oriente Medio así como desplazados en países de la ruta del Mediterráneo central.

“Pedimos que más países ofrezcan estos reasentamientos para ayudar y dar apoyo a la población más vulnerable”, reclamó la portavoz. EFE