REDES DE TRATA Y PROSTITUCIÓN

“Comprar el cuerpo de una mujer es la forma máxima de explotación y violencia”

Desirée Bozzeta trabaja en la Casa de la Mujer, en Perú, ayudando a víctimas de las redes de trata y prostitución y se ha convertido en una referencia en el país

Deia, NEKANE LAUZIRIKA - , 11-02-2019

BILBAO- La mujer del siglo XXI en la mayoría de los lugares del mundo no es ni independiente, ni está segura, ni tiene voz. Una de cada tres mujeres de hoy no es como te la imaginas en este occidente. En estos momentos las cifras de la pobreza son escandalosas: 1.300 millones de seres humanos. Y los principales rostros de la pobreza siguen siendo los mismos: rostros de niños y niñas, jóvenes desempleados;indígenas y campesinos expulsados de sus territorios

Como cada año cuando nos acercamos al segundo domingo de febrero, Manos Unidas lanza su campaña anual. Este es el primer año del trienio dedicado a los derechos humanos. Por ello, la campaña de 2019 se centra en la mujer. En este marco, la organización eclesial invitó a Euskadi a Desirée Bozzeta, trabajadora social en la Congregación de las Religiosas Adoratrices en Lima (Perú) acompañando a mujeres en situación de prostitución, explotación sexual y víctimas de trata de personas.

Desirée ofreció su testimonio sobre la dura realidad de su labor diaria apoyando a las mujeres en situación de vulnerabilidad extrema a empoderarse, “porque las mafias se aprovechan de su pobreza, falta de formación, salud… para comerciar con ellas y explotarlas sexualmente”, relata. La colecta de las parroquias de este fin de semana será para financiar proyectos como la Casa de la MujerSanta María Micaela, en Lima.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)