Alrededor de medio millar de personas han participado este sábado en Ceuta en la VI Marcha por la Dignidad, en la que se exige justicia para los 15 inmigrantes que murieron en la frontera del Tarajal y durante la cual han pedido acabar con las devoluciones en caliente en la ciudad autónoma y en Melilla.

Los participantes en la marcha comenzaron su recorrido en los Jardines de la Argentina, ubicados en el centro de Ceuta, y recorrieron aproximadamente tres kilómetros del litoral sur de la ciudad autónoma hasta llegar a la playa del Tarajal, que separa España y Marruecos y en cuyo espigón fallecieron los inmigrantes la madrugada del 6 de febrero de 2014 mientras nadaban.

Organizada por la Fundación Elin y secundada por casi medio centenar de organizaciones de ámbito local, nacional e internacional, la marcha se ha celebrado bajo el lema ‘Ni en caliente, ni exprés, las devoluciones son ilegales’.

Durante el recorrido, han pedido un “giro radical” en las políticas migratorias para que se ajusten a la declaración de los derechos humanos y a los tratados internacionales.

Los participantes han destacado que, con esta marcha, no sólo se mantiene viva la “llama de la memoria” de las víctimas de aquel fatídico día, sino que se ha convertido en un acto de “reconocimiento del resto de víctimas de las políticas migratorias, que lo único que producen es desesperación, miseria y muerte”.

Una vez en la playa del Tarajal, se leyó un manifiesto en el que recordaron que, después de cinco años de la tragedia, volvían a reunirse para “exigir que se cumpla la legalidad internacional, que se haga justicia y que estos hechos no queden impunes”.

También explicaron que, tras reabrirse el caso por estas muertes por parte de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, se continúa a la espera de que la investigación avance.

Además, han criticado la “guerra de expulsiones y devoluciones que no respetan la dignidad y los derechos de las personas”, y han subrayado que “el actual contexto migratorio y sus fronteras generan espacios de no derecho e, incluso, nuevas formas de esclavitud moderna”.

Con sentimiento de “rabia, impotencia y tristeza”, los participantes criticaron que el Gobierno bloquee la salida de barcos de rescate mientras inyecta millones de euros a países como Marruecos para que continúe, entre otras cosas, instalando nuevas concertinas.

Antes de descubrir una placa en homenaje a las víctimas, han dicho que “mientras sigamos viendo cuerpos mutilados en las vallas y vidas arrojadas al mar, que nadie dude que, cada año, seremos más quienes acudiremos a esta marcha”.