Solidaridad para lo más básico

Enero centra la campaña de recogida de alimentos para los refugiados saharauis

Diario Vasco, FÉLIX MORQUECHO, 20-01-2019

Una expresión en inglés dice que la falta de noticias son buenas noticias. Sin embargo esa máxima no sirve en los campamentos de refugiados saharauis de la zona de Tinduf. Pasan los años sin noticias y las personas siguen en una situación de provisionalidad que dura ya cuatro décadas. Eso hace que la ayuda internacional sea fundamental para la subsistencia de las familias y, como cada mes de enero, la asociación Eibar – Sáhara se ha puesto manos a la obra. Es un colectivo pequeño y por eso hacen un llamamiento a participar a toda la ciudadanía. «Un poco que demos aquí, que no nos cuesta nada, hace mucho allí».

Igual que en años anteriores, el alcalde, Miguel de los Toyos, se sumaba a colaborar con esta campaña para animar a la ciudadanía a participar. «Un paquete de lentejas que no valoramos hace que una familia pueda comer. Una pequeña ayuda hace mucho, por eso hay que apelar a la solidaridad y esperemos que la gente responda» señaló. Ayer los voluntarios de la asociación se acercaban a los supermercados y establecimientos participantes para recordar a la población las necesidades que sufren quienes fueron expulsados de su territorio. Hace años que la asociación Eibar – Sáhara colabora con esta recogida que sirve para nutrir la caravana de provisiones que viajan desde Euskadi hasta los campamentos de refugiados que se mantienen en territorio argelino. «Sigue habiendo necesidad y esta ayuda es fundamental. Cuando vas allí ves que se desayuna, se come, pero si no hay nada para cenar no se cena» apuntaba Germán Amuategi, uno de los voluntarios de la asociación. De ahí que cada mes de enero se apele a la solidaridad en una campaña en la que la sociedad vasca acostumbra a responder. «De hecho cuando vas a los campamentos ves que el arroz o las galletas son de Eroski o de Villalba» destaca.

«Un par de paquetes más»

La recogida se desarrolla en tiendas de alimentación de Eibar, Elgoibar y Mendaro, pero también se consiguen donaciones a través de centros escolares. Se solicitan alimentos no perecederos y elementos de primera necesidad que puedan cubrir la mayoría de las necesidades durante todo el año. «Estamos acostumbrados a hacer la compra todos los días y echar un par de paquetes más a la cesta no nos cuesta nada. Es una ayuda que no vamos a notar a fin de mes, y que allí hace mucha falta» animó Amuategi.

Los integrantes de la asociación eibarresa destacan la cercanía relativa de unos campamentos que se encuentran a dos horas de avión. De hecho, también hay saharauis que residen actualmente en Eibar, «y colaboran cada vez más con la asociación» señalan.

Las duras condiciones de vida que se padecen en los campamentos de refugiados hacen que los niños que crecen allí tengan carencias. Es algo que se nota cuando acuden a pasar dos meses en Euskadi dentro de la campaña ‘Vacaciones en paz’. Estas actividades estrechan los lazos, y de hecho Amuategi apuntaba esta semana que en algunos sentidos «deberíamos aprender de ellos. Los saharauis son muy agradecidos y cuando hemos tenido ocasión de ir allí ves que te ofrecen todo, comparten todo contigo y están dispuestos a privarse ellos de algo para dártelo a ti». Ahora toca ser solidario desde la comodidad, por lo que solicitan a la ciudadanía una aportación durante enero, con el fin de que la Caravana vasca con el Sáhara vuelva a ser un éxito.

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