Comentarios como estos “Soy militar y llevo veinte años matando a gente como tú”, tuvo que soportar una usuaria del transporte público en Vitoria. Un pasajero agarra a su hija por el brazo y le regala tremendas amenazas, sin que el resto de personas hagan absolutamente nada. Ofensas que se suman y agravan la disputa inicial teñida de comentarios racistas y que comienzan cuando la mujer accede al autobús con un patinete sin plegar. El conductor le reprocha esta acción por reiterada y prohibida, a lo que la usuaria del transporte público alega que su hija tiene necesidades especiales. Los gritos y los nervios ya son evidentes en el ambiente, y el conductor vuelve a perder las formas. El trabajador no será sancionado por estar cumpliendo con la normativa. Desde el Ayuntamiento no ven una actitud racista, aunque reconocen que no estuvo afortunado en las formas.