Baleares

Fernando Villalobos: "La crisis no ha acabado, Es Refugi está saturado y con larga lista de espera"

El Mundo, M. A. Font, 31-12-2018

El pasado mes de junio Fernando Villalobos fue nombrado presidente de la asociación altruista Es Refugi, en sustitución de uno de sus fundadores, Gaspar Aguiló, que ahora es el presidente de honor. Villalobos (1951) es licenciado en Derecho y, entre otros cargos, ha sido director general de Trabajo y director general de Salud Laboral. Ahora, ya jubilado como funcionario, dedica su tiempo a los sin techo.

Pregunta.-¿Qué es exactamente Es Refugi?

Respuesta.-Es Refugi es una asociación altruista y sin ánimo de lucro cuyo objetivo fundacional, que aún consta en nuestros estatutos, es que nadie duerma en la calle. Evidentemente ello es del todo punto imposible puesto que la crisis no termina de cerrarse y, por suerte o por desgracia, seguimos siendo necesarios, orgullosamente necesarios.

P.-¿Desde cuándo colabora con esta asociación?

R.-Soy miembro de Es Refugi desde hace unos cuantos años, cinco o seis, no lo recuerdo, desde luego muchos menos que otros miembros, como Gaspar Aguiló, uno de los fundadores, y muchos otros, que están en la asociación desde el minuto cero y de los cuales se aprende constantemente.

P.-Ahora, desde el pasado mes de junio, usted es el presidente. ¿Cómo ha vivido estos primeros meses de presidencia? ¿Ha hecho cambios en la gestión de la asociación Es Refugi?

R.-Lo primero que tengo que decir es que Es Refugi engancha. Ocupar su presidencia no significa ejercer una función meramente representativa sino implicarse en la gestión diaria, ocuparse y preocuparse por el bienestar de nuestros usuarios, siempre rodeado de un eficaz grupo de colaboradores que hacen más fácil la gestión y sin los cuales Es Refugi no existiría. En cuanto a los cambios se refiere, digamos que estos se hacen poco a poco y de manera racional. Las organizaciones están vivas y deben irse adaptando a las nuevas necesidades, a las nuevas soluciones y a la mejora de lo mucho y bueno que hasta ahora se ha hecho.

P.-¿Cuál es el perfil del usuario de Es Refugi? ¿Los marginados son siempre gente con poca formación?

R.-El perfil medio del usuario es el de una persona madura y de poco nivel formativo, lo que no significa que no haya excepciones, es decir, gente joven o gente anciana con diferentes estadios formativos. Ahora mismo acogemos a dos tipos de usuarios; en primer lugar, aquel que carece de trabajo y por tanto de ingresos o con escasos ingresos asistenciales que, en cualquier caso, no le permiten un alojamiento digno y una manutención adecuada. En segundo lugar, aquel que percibe escasas rentas de trabajo que le llevan a la misma situación anterior. También hay que recalcar el escaso o nulo arraigo familiar de nuestro usuario medio, lo cual impide ser ayudado por personas de su entorno o, mejor dicho, de su anterior entorno.

P.-¿Tienen el centro saturado? ¿Hay lista de espera?

R.-El centro, lamentablemente, está saturado pero ésta no es la radiografía del momento actual: llevamos muchos meses en esta misma situación y nada parece indicar que podamos superarla, al menos a corto plazo. Esta saturación, y la escasa rotación de los usuarios (son pocos los que superan el bache y se reintegran en el mercado laboral), implica que nuestra lista de espera sea larga en cuanto a número de personas deseosas de alojarse en Es Refugi y larga en cuanto al tiempo de espera. La situación es tal que, sin lugar a dudas, si tuviéramos más camas seguiríamos teniendo lista de espera.

P.-Creo que inicialmente Es Refugi atendía a toxicómanos pero ahora centra su labor en los sin techo. ¿Es así?

R.-Cuando Gaspar Aguiló y Jaume Santandreu crean Es Refugi en el año 1991, se atendía a un colectivo más plural y con situaciones personales aún más delicadas. Con el tiempo Es Refugi se adaptó al colectivo de los sin techo mientras que los toxicómanos son atendidos en lugares más especializados.

P.-¿Siguen teniendo toxicómanos entre los usuarios?

R.-Que sepamos, no. Además, insisto, la situación del toxicómano exige una atención especializada a nivel médico y psicológico que Es Refugi no está en condiciones de ofrecer. Queremos proporcionar una situación digna a nuestros usuarios pero solo llegamos hasta donde podemos y estamos capacitados.

P.-¿Tienen usuarios que trabajan o tienen ingresos pero no pueden pagarse una vivienda?

R.-Antes se lo apuntaba y ahora lo concreto. La pseudosalida de la crisis ofrece una situación peculiar: las macrocifras nos dicen que hemos salido de ella pero la tozuda realidad nos demuestra que los salarios medios son inferiores a los de hace 10 años; a ello hemos de añadir el considerable fraude en la contratación que genera numerosos contratos a tiempo parcial, con salarios a tiempo parcial y, sin embargo, horarios a tiempo completo, todo lo cual nos conduce a un nuevo colectivo, el de los trabajadores con exiguos salarios que a duras penas alcanzan para una habitación o para comer pero no para ambas cosas. También tenemos algún caso de usuarios con una mínima pensión que, como ocurre con el colectivo anterior, no alcanza para cubrir las más mínimas necesidades básicas.

P.- ¿Qué es Ca l’Ardiaca? ¿Un centro de acogida para los sin techo o algo más?

R.-Aunque el conjunto de edificios se conoce como Ca l’Ardiaca, nosotros preferimos que se nos conozca como Es Refugi, precisamente porque de eso se trata, un refugio en el que el usuario perciba algo más que una cama y comida. Estamos en contacto con colegios profesionales de diversa índole que, gratuitamente o solo cubriendo costes, ofrecen su ayuda desinteresada; en este sentido podólogos, estomatólogos, etcétera, comienzan a abrir brecha para conseguir un plus de atención que dignifique a nuestros usuarios y que sirva para hacerles ver que la sociedad no les ha abandonado.

P.-¿Cómo se financia Es Refugi?

R.-Nos financiamos gracias a las aportaciones de nuestros socios, pocos pero constantes y fieles, y la generosa ayuda de diversas entidades privadas de todo tipo que nos abastecen a diario o que hacen de nuestro edificio un lugar más seguro y acogedor. Me gustaría citar a todas estas entidades pero a buen seguro me dejaría a alguna en el tintero, máxime cuando el número aumenta poco a poco. Lo mejor es que los lectores visiten nuestra página de Facebook y allí tendrán cumplida cuenta de quiénes son esas entidades que nos permiten seguir creyendo en nuestro proyecto. Ah, y desde luego no podemos olvidar nuestro Mercadet de Nadal, que un año más ha superado los resultados anteriores y nos ha proporcionado un nuevo balón de oxígeno para el día a día. En conclusión, yo he llegado al convencimiento de que las puertas no se abren solas pero cuando se llama se abren muchas más de las que nos imaginamos.

P.-¿Tienen ayudas públicas?

R.-No, no las tenemos pero no significa que las descartemos. De hecho, uno de nuestros proyectos más inmediatos es explorar lo que ofrecen las diferentes administraciones y cómo podemos acceder a ello. A veces, en lugar de quejarnos, bastaría con estar atentos a los boletines oficiales o páginas web para saber que hay ayudas públicas delante de nosotros y las desconocemos; estamos convencidos de que en el 2019, de una u otra forma, vamos a rentabilizar nuestra actuación mediante ayudas, subvenciones, deducciones, etc., no sé en qué cantidad y en qué conceptos, pero lo vamos a intentar… y a conseguir.

P.-¿Cómo pueden colaborar los ciudadanos con Es Refugi?

R.-Lo más directo e inmediato es hacerse socio a través del formulario que colgamos en Facebook o bien solicitarlo a través de nuestro teléfono. La condición de socio nos permite contar con una entrada constante de ingresos pero también hay personas o entidades que optan por donaciones puntuales a medida que pueden hacerlo, en ambos casos desgravable, no lo olvidemos. Otra forma de colaborar es aportarnos alimentos, ropa, artículos de limpieza o aseo personal, en fin, todo aquello que permite un acomodo digno para nuestros usuarios.

P.-¿Cree que el precio de la vivienda y de los alquileres está dejando a mucha gente al borde de la marginación?

R.-Sin lugar a dudas. El precio de la vivienda se une a la paradoja a la que antes me refería: salida difusa de la crisis (no para todos), sueldos bajos y, además, ahora alquileres disparatados en lugares inverosímiles de los que los medios de comunicación se hacen eco continuamente. Gráficamente podríamos decir que el camarote de los hermanos Marx está en mejores condiciones de habitabilidad y precio que los pisos patera que ahora mismo atentan contra la condición humana.

P.-¿Sabe cuántos sin techo hay en Palma?

R.-No tengo el dato pero sin lugar a dudas los servicios sociales del Ayuntamiento pueden ofrecer cifras cercanas a la realidad. Lo que sí está claro es que nosotros recibimos a diario peticiones de ayuda que, muy a nuestro pesar, no podemos atender y que derivamos a los servicios especializados que ofrece Cort.

P.-¿Y en Mallorca en general?

R.-Uf, menos aún. Aunque estatutariamente nuestro ámbito de actuación es Mallorca, lo cierto es que por ahora solo podemos ceñirnos a Palma; nuestros medios no dan para más, y bien que nos gustaría. Ahora bien, si en algún lugar de la isla hay personas que quieran desarrollar ideas similares a la nuestra, que no duden en llamarnos, ya que para nosotros será una satisfacción compartir ideas y brindar asesoramiento.

P.-¿Cumplen ustedes una labor distinta a la de Zaqueo y Can Gazà? ¿Tienen relación con estas entidades?

R.-Cada organización es diferente a las otras puesto que no existe un concepto unívoco de solidaridad: cada cual la interpreta de diferente manera. Las relaciones existen pero no de una manera formal (salvo excepciones) y sí personal; hace unos días visitaba Mallorca Sense Fam, una asociación extraordinaria con la que guardamos excelentes relaciones, y ambos concluíamos en que quizás ha llegado el momento de reunirnos todas estas asociaciones con objetivos similares para intercambiar ideas como mejor forma de rentabilizar los medios de los que disponemos. Es algo que nos ponemos como objetivo para este año que llega.

P.-¿Cuánta gente duerme estos días en Ca l’Ardiaca? ¿Y come?

R.-En Es Refugi duermen 44 usuarios, los cuales también cenan y desayunan. Al mediodía atendemos en torno a 25 personas, diferentes, salvo excepciones, al usuario de noche.

P.-¿Quién prepara la comida y quién se encarga de la limpieza y mantenimiento de Ca l’Ardiaca?

R.-Quisiera destacar la profesionalidad e imaginación de nuestra gente de cocina que todos los días, sin excepción, ofrece un menú equilibrado y variado, demostrando que con pocos mimbres son capaces de hacer grandes cestos. Las empanadas y cocas del cocinero Eduardo son la sensación de Es Mercadet… Por otro lado, los usuarios se ocupan de sus camas y de sus enseres personales pero tenemos diverso personal, en nómina y en alta, que se ocupa de la limpieza y de actuar como monitores del centro. Nuestra satisfacción es grande cuando vemos que hemos podido crear empleo en estas condiciones ya que gran parte de este personal es también usuario del centro.

P.-¿Qué le pide a los Reyes Magos?

R.-Emulando al mayo del 68, queremos ser realistas y vamos a pedir lo imposible: que la crisis desaparezca para todos y que los servicios sociales de la administración puedan satisfacer las demandas estructurales que resten, una vez desaparecidas por innecesarias todas las asociaciones que complementan la actuación pública. Esta sería la utopía pero puestos a ser sensatos, yo les pediría a los Reyes Magos que nos ayuden a abrir puertas que colaboren con Es Refugi y con todas esas otras organizaciones que dan soporte a los que no tienen nada o tienen poco.

P.-¿Y al Govern? ¿Y a Cort?

R.-Al Govern, Consell y Cort les pediría que ampliaran, en la medida de lo posible, sus capítulos presupuestarios de ayuda y asistencia técnica. Aunque estoy jubilado sigo manteniendo alma de funcionario y sé que ello es difícil pero, como decía anteriormente, soñemos con lo imposible.

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