Tras pasar la Navidad en alta mar, más de 139 menores que decidieron migrar viajan en el barco de rescate ‘Open Arms’, camino de Algeciras. Aunque su llegada está prevista para el próximo viernes 28 de diciembre, la ONG española aún no tiene confirmación del puerto exacto ni la hora a la que se producirá la llegada, según confirman desde la entidad. Entre menores y adultos, en el buque viajan 310 personas que el pasado viernes fueron rescatadas frente a las costas de Libia.

Proactiva Open Arms desconoce aún cuántos de estos 139 menores, entre niños y adolescentes, están en el buque solos, aunque tienen seguro que parte de ellos han sido rescatados cuando intentaban alcanzar Europa no acompañados por familiares. En estos momentos, los 19 miembros de la tripulación del buque centran sus esfuerzos en atender las necesidades básicas de los 310 migrantes, que llevan ya más de cinco días durmiendo en la cubierta de la nave.

El ‘Open Arms’ localizó a los rescatados a bordo de tres barcazas en mal estado a 50 millas de Trípoli, la capital de Libia. Durante las primeras horas una madre y su hijo recién nacido y un menor de 14 años tuvieron que ser trasladados a Malta e Italia, respectivamente, para recibir atención médica. Sin embargo, la ONG no ha recibido ninguna ayuda más. Malta se ha negado al desembarco y Francia, Italia y Túnez no han contestado a la petición.

Eso hizo que la organización se viese obligada a aceptar el traslado de los rescatados a Algeciras, después de que Salvamento Marítimo autorizase que el buque llegase a aguas territoriales españolas. La opción de Algeciras ha obligado a Proactiva a iniciar una navegación de cinco días que culminará el viernes con la llegada al puerto ubicado en el Estrecho de Gibraltar. En este lapso de tiempo, el buque incluso ha necesitado la asistencia del velero ‘Astral’, también de Proactiva, para que le suministre alimentos y mantas ante tan largo viaje.

A los 310 rescatados les espera en Algeciras el protocolo habitual de atención a los migrantes que son auxiliados en el Estrecho. Después del colapso provocado por el importante repunte en la llegada de pateras a la zona, el Gobierno reforzó el sistema de ayuda con dos nuevos centros para inmigrantes. Nada más desembarcar, los recién llegados son trasladados a un Centro Temporal de Extranjeros (CATE), ubicado en instalaciones portuarias de la localidad de San Roque. Allí menores, mujeres y hombres reciben una primera atención de Cruz Roja y son reseñados e identificados por la policía.

Mientras que los menores no acompañados pasan al sistema de atención de la Junta de Andalucía que aún no tiene confirmación oficial de la llegada del Open Arms, los adultos son trasladados a otro centro de atención secundaria habilitado en un colegio y campamento de Chiclana de la Frontera. En él, técnicos de Cruz Roja les ayudan contactar con familiares y les orientan sobre su periplo migratorio en Europa. Fue esta la atención que recibieron en agosto los 87 migrantes que, también en el ‘Open Arms’, llegaron desde las costas de Libia. En aquella ocasión, el buque fue autorizado a desembarcar en las instalaciones de San Roque, junto al CATE, algo que presumiblemente volverá a ocurrir el próximo viernes.