Un turbador belén en tiempos de guerra romperá este año con el arquetipo de los nacimientos al uso, donde siempre reina una atmósfera de paz y concordia. La estampa de cuatro niños agachados montando un belén en las entrañas de un edificio destripado por los bombardeos retrata en toda su crudeza el drama que viven a día de hoy muchas ciudades sirias o palestinas encharcadas en conflictos bélicos.

Arantza Alonso, de la asociación belenista Izartsu, ha querido así reflejar la penosa realidad de las personas que malviven en estas condiciones y de los refugiados que se ven forzados a huir a la desesperada en pateras que llegan a nuestras costas. «Pensé que era un buen momento para pensar y concienciarnos de la sinrazón en la que vivimos», explicaba esta belenista, que ha dedicado muchas horas de trabajo a confeccionar el nacimiento que se inaugurará este sábado, coincidiendo con la feria de Santamasak.

El belén se ha instalado, como siempre, en la iglesia de San Francisco, concretamente en el altar del Cristo, a la izquierda del altar mayor. Se abrirá a las 11.00 horas y se podrá visitar hasta las 14.00. Entre los días 23 de diciembre y 6 de enero permanecerá abierto al público de 18.00 a 20.30 horas, pero cerrará los sábados víspera de festivo, al igual que los días 25 de diciembre y el 1 de enero.

Alonso comenzó a gestar la idea de construirlo «tras las navidades del año pasado». La «sangrante situación que viven muchos sirios y palestinos» era algo que Alonso quería reflejar de algún modo, y se puso manos a la obra en la tarea de construir una ‘ciudad’ de poliespán repleta de edificios devastados por la guerra.

Y en medio de estas ruinas admirablemente realistas, tres niños y una niña acompañada de su hermana pequeña se afanan en montar un belén. Sus figuras son nuevas y justamente llegaban anteayer de un taller de artesanía valenciano. Las pequeñas figuras del nacimiento que los niños montan «son italianas».

Con esta composición, Alonso ha querido emular y solidarizarse con los belenes que «colocan en las iglesias cristianas destruidas en ciudades como Alepo». La música que ambientará la visita está interpretada por el palestino cristiano Rony Tabash y por escolares sirios cantando en coro. Tampoco faltarán villancicos y alguna canción de José Luis Perales.

No es este, sin embargo, el único belén que van a instalar Arantza Alonso y sus compañeros de la asociación Izartsu. También dentro de la iglesia de San Francisco han dispuesto un nacimiento diminuto en el interior de la caja de una guitarra. Es su particular homenaje a la emblemática canción ‘Noche de paz’, improvisada en 1816 a la guitarra por un cura y un organista austríacos cuyo órgano se había averiado. Asimismo, el belén vasco que durante 2 años se ha exhibido se instalará este año en la parroquia de San Juan, en la primera capilla a la derecha del templo.