«Nos dijeron que íbamos en barco y pensamos que sería grande»

Un maliense residente en Cartagena participa en el coloquio 'Historias de vida' organizado por la Secretaría de Estado de Migraciones

La Verdad, LA VERDAD / EFE, 19-12-2018

Mohammed Taroré llegó en patera a Tenerife en 2008 tras el fallecimiento de su padre y su hermana. De origen maliense, este vecino de Cartagena participó ayer, en el Día Internacional del Migrante, en la charla coloquio ‘Historias de Vida’ organizada en Madrid por la Secretaría de Estado de Migraciones. Tras intentar mantener a su familia trabajando en Níger y más tarde en Mauritania, la única salida de la pobreza que se le presentó a Taroré fue emigrar hacia España. «Nos dijeron que íbamos a un barco y pensamos que era grande», recordó Taroré sobre su viaje, una travesía en la que hacinaron a 61 personas en una barcaza que llegaría, tras días en el mar, a Canarias. Tras su entrada en el país, Taroré pasó por Málaga, Sevilla y Barcelona hasta asentarse en Cartagena, donde obtuvo en 2013 la autorización de residencia y el permiso de trabajo gracias a un contrato como mecánico. En la actualidad es jardinero en la ciudad portuaria y colabora como traductor e intérprete de la ONG Accem. Diez años después de migrar, sus aspiraciones le han hecho matricularse en la ESO en un centro de educación para adultos.

Él es uno de los rostros de la inmigración, pero no es el único. En el coloquio también participó Nicole Ndongala, directora general de Karibu, la misma ONG que la ayudó cuando llegó a España hace ya 20 años, huyendo de la violencia imperante en su país, la República Democrática del Congo. Con la aprobación de Taroré, Ndonfala alertó sobre el aumento de «casos de violencia hacia inmigrantes» que últimamente se está produciendo en España: «No sé dónde vamos a llegar con todo esto, pero creo que este país tiene que hacer mucho más por aceptar a sus nuevos vecinos, que estamos también compartiendo algo de nuestra cultura». Esta española de origen congoleño incidió en que, «detrás de cada inmigración, hay una historia humana» y remarcó que, como país acogedor, a España aún le queda «mucho por hacer», porque hay personas que siguen «arriesgando sus vidas en el desierto y en el mar, y lo hacen en busca de paz».

Junto a ellos, al evento también asistieron el nicaraguense James Eduardo Díaz Otero y la española Irene Revuelta, quienes también relataron sus vivencias de lucha, superación y éxito.

La secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, aprovechó la jornada de ayer para anunciar que el Gobierno está trabajando en un plan de retorno con medidas interdepartamentales para los españoles expatriados que quieran volver y expresó su orgullo porque el Gobierno haya conseguido que España se adhiera al Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular de la ONU. Como conclusión, Rumí criticó el uso partidista de la migración y ha calificado de «políticamente irresponsables e indecentes» a aquellos partidos que intentan aprovecharse de los movimientos migratorios para hacer campaña.

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