La Eurocámara pide visados humanitarios para los demandantes de asilo

Los parlamentarios quieren que los países de la UE puedan expedir la documentación en sus embajadas en el exterior

El País, ÁLVARO SÁNCHEZ, 12-12-2018

La Eurocámara ha pedido este martes en Estrasburgo la creación de visados humanitarios, un nuevo instrumento legal para poner coto a la muerte de miles de inmigrantes irregulares en su tránsito hacia la Unión Europea. El sistema pretende que aquellos que deseen pedir asilo en un país de la UE puedan hacerlo en su embajada o consulado en el exterior, ahorrándose así el trance, en ocasiones mortal, de viajar sin permiso hasta el país en cuestión atravesando rutas peligrosas en manos de las mafias de tráfico de personas.

La pelota pasa ahora al tejado de la Comisión Europea. Los eurodiputados han apoyado por 429 votos a favor, 194 en contra y 41 abstenciones, una iniciativa legislativa en la que le piden que presente una propuesta sobre este tipo de visados. El Ejecutivo comunitario tiene hasta el 31 de marzo para dar una respuesta. La herramienta permitiría, por ejemplo, a un solicitante de asilo sirio interesado en lograr un estatuto de refugiado en Alemania, viajar legalmente hasta el país germano, donde se resolvería su demanda a favor o en contra, ahorrándose así las penalidades de un trayecto largo e inseguro.

Los europarlamentarios estiman que así se reducirían drásticamente las muertes de inmigrantes La Eurocámara comenzó a pedir visados humanitarios en el contexto de la crisis migratoria, especialmente por el elevado número de fallecidos en el Mediterráneo, pero pese al fuerte descenso del número de inmigrantes en los últimos meses, el problema se ha hecho crónico. Cerca de 30.000 inmigrantes han muerto desde el año 2000 intentando alcanzar territorio comunitario, según el informe, elaborado por el eurodiputado Juan Fernando López Aguilar. El político socialista se ha felicitado de que con la votación “se ha dado un gran paso para proteger a los demandantes de asilo político”.

Los eurodiputados lamentan que la UE no cuente con un marco legal armonizado sobre la cuestión, lo que convierte el derecho a solicitar asilo en una odisea que depende de la voluntad de los Estados miembros y de la pericia de los demandantes: en torno al 90% de los refugiados reconocidos en la Unión llegaron a Europa de manera irregular.

La controversia por la concesión de visados humanitarios ha llegado incluso al Tribunal de Justicia de la UE, que el año pasado sentenció que los países comunitarios no están obligados a conceder el documento incluso aunque haya riesgo de que sean torturados. El fallo llegó como respuesta a la petición de visados presentada a Bélgica por parte de una familia siria de Alepo, a la que Bélgica se negó en redondo.

En un momento en que la inmigración se ha vuelto en un asunto capaz de movilizar al electorado y hacer ganar y perder elecciones, los visados humanitarios despiertan reticencias en el seno de la UE. El extitular belga de Inmigración, Théo Francken, criticaba la propuesta por considerarla una forma de ampliar las fronteras europeas hasta sus embajadas y consulados en el extranjero, lo que la convertiría en más porosas para la entrada de inmigrantes. No es el único que defiende esa posición. La UE ha escenificado una profunda división en torno al pacto migratorio de la ONU suscrito en Marrakech, del que se han desentendido países en los que gobiernan partidos antiinmigración como Austria, Italia o Hungría pese a su carácter no vinculante.

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