Sánchez pide “combatir el uso de la migración como excusa para repliegues nacionalistas”

El presidente del Gobierno español respalda el Pacto Global para las Migraciones en Marraquech

El País, María Martín, 10-12-2018

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha apoyado hoy el Pacto Mundial para una Migración Segura y Ordenada, promovido por la Organización de las Naciones Unidas para abordar de forma conjunta el fenómeno migratorio. Sánchez ha sido uno de los pocos jefes de Gobierno que esta mañana se ha desplazado a Marraquech para ratificar y defender un acuerdo que, por primera vez, aborda las migraciones de una manera integral. El pacto, no vinculante, es una declaración de principios que entiende la migración como un movimiento natural de la población y que debe gestionarse desde el respeto a los derechos humanos. “Pocos asuntos son tan urgentes como el que debatimos hoy aquí. La migración no desaparecerá y no podemos rehuir los debates que genera”, ha defendido ante los representantes de 165 países de los 193 miembros de la ONU.

Sánchez ha hecho hincapié en la necesidad de trabajar en medidas a corto y largo plazo y, sobre todo, en el entendimiento de que ningún país es capaz de gestionar este fenómeno “estructural” en solitario. “Es una materia global. Ningún país puede abordar el fenómeno de manera aislada y juntos conseguiremos una respuesta más eficaz”, ha destacado Sánchez. “Este pacto es muy importante para España porque representa un avance cualitativo en un multilateralismo eficaz”.

El presidente ha anunciado, pero no concretado, un plan estratégico para la integración de los migrantes que involucrará a comunidades autónomas y Ayuntamientos y ha apoyado la línea de la UE de incrementar la ayuda en África para abordar las llamadas “causas raíz” de la inmigración, una estrategia criticada por expertos que cuestionan la efectividad de estas inversiones a la hora de desincentivar los flujos migratorios.

Mientras en otros países, como Bélgica o Suiza, la ratificación del pacto ha motivado acaloradas broncas políticas, la presencia de España en la cumbre no ha sido contestada por la oposición. “Los partidos, incluso los que usan el fenómeno migratorio para sacar rédito electoral, son conscientes de la solidaridad española. Los líderes de la oposición han entendido la importancia de estar aquí y el Gobierno de España agradece que no haya sido motivo de confrontación”, ha defendido la Secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, que acompañaba al presidente.

Sánchez se ha referido veladamente al rechazo explícito de más de una decena de países al acuerdo, ausencias que no impedirán la adopción del pacto por consenso. “Esto es una responsabilidad compartida. Soy consciente de que la tarea es inmensa porque justo cuando más necesitamos los organismos multilaterales, como Naciones Unidas, están siendo cuestionados por esos grandes países que dominan el mundo”. Estados Unidos, el principal destino de la migración internacional desde 1970, ni siquiera ha participado de las negociaciones para la redacción del documento, pero, según fuentes diplomáticas y de la organización, ha ejercido presión hasta el final para vaciar de peso político al evento. “Debemos combatir la instrumentalización de la migración como excusa para repliegues nacionalistas, cierres de fronteras y discursos xenófobos y excluyentes que estamos viendo en buena parte de nuestras sociedades”, apeló Sánchez.

Actualmente hay 267 millones de personas que viven fuera de los países en los que nacieron y el pacto recoge 23 objetivos que deberían servir como hoja de ruta para orientar las políticas migratorias. “España va a colaborar en la ejecución equilibrada de los 23 objetivos. Es necesario que favorezcamos las vertientes positivas de la migración y gestionamos adecuadamente las negativas”, ha mantenido Sánchez.

En el acuerdo se destaca que la detención de migrantes solo se aplique en última instancia, se apela a que los Gobiernos velen por evitar la desinformación y los discursos negativos sobre la migración en los medios y se aboga por la inclusión laboral de los migrantes y su acceso a servicios básicos. El texto también apela a un esfuerzo conjunto por salvar las vidas de quienes se arriesgan a morir durante su proyecto migratorio y a garantizar los derechos humanos de los migrantes. En este sentido, España, ha reforzado la necesidad de la cooperación internacional para enfrentar las mafias que trafican con seres humanos. “La inmigración irregular no es el camino. Debemos seguir luchando conjuntamente contra las redes de tráfico porque es una violación inadmisible de los derechos humanos”, ha defendido. “Los migrantes no son culpables, son en muchas ocasiones víctimas. Digámoslo alto y claro, y actuemos en consecuencia”.

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