La inmigración compensa la pérdida de población en Gipuzkoa

El año pasado el número de fallecimientos superó en 1.413 a los nacimientos en Gipuzkoa | Pese a este declive demográfico natural que sufre el territorio desde hace cinco años el padrón aumenta anualmente por la llegada de inmigrantes

Diario Vasco, AIENDE S. JIMÉNEZSAN SEBASTIÁN., 07-12-2018

La población guipuzcoana está envejeciendo y lo hace a un ritmo vertiginoso. La natalidad sigue en caída libre y la mejora de la atención sanitaria ha provocado que la esperanza de vida aumente año a año. Según las estimaciones demográficas del Instituto Vasco de Estadística (Eustat), dentro de cuarenta años la población mayor de 65 años habrá aumentado por encima del 40%. Además, cada vez mueren más personas de las que nacen, por lo que el crecimiento natural de la población está registrando valores negativos nunca vistos en los últimos treinta años.

De hecho, el año pasado Gipuzkoa alcanzó su récord de mortalidad, con 7.006 personas fallecidas, la mayor cifra de la que se tiene constancia en los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE), que recoge las defunciones en el territorio desde el año 1930. Si desde hace cinco años se están produciendo más muertes que nacimientos, ese incremento en el número de fallecidos provocó que en 2017 la diferencia fuera aún mayor, lo que dejó un saldo negativo del crecimiento natural de la población que también es récord. Murieron 1.413 personas más de las que nacieron, el peor dato de los últimos 30 años.
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Respecto a 2016, los fallecimientos crecieron un 3,4%, mientras que los alumbramientos cayeron un 7%. Y la tendencia continúa. En el primer trimestre de 2018 los nacimientos disminuyeron un 5,8% en Gipuzkoa y la mortalidad aumentó un 1,7%.

El crecimiento natural o vegetativo de la población, ese que se calcula con la diferencia entre las defunciones y los nacimientos, lleva siendo negativo en Gipuzkoa desde 2013. En las tres últimas décadas, salvo la excepción de 1999 en la que el saldo fue de -147, los alumbramientos siempre habían superado a los fallecimientos. Desde hace cinco años la balanza se ha decantado del lado de las muertes, con una diferencia que aumenta año a año. Así, en 2013 el saldo fue de -147, en 2014 de -195, en 2015 de -571, en 2016 de -761 y en 2017 de -1.413.

La realidad es que las mujeres guipuzcoanas tienen cada vez menos hijos y a una edad mayor. Tanto es así que en la distribución de los nacimientos según la edad de la madre, destaca el hecho de que el grupo de madres de 35-39 años ha pasado este año a ocupar la primera posición con el 35,5% de los alumbramientos. En segundo lugar se encuentran las mujeres entre 30 y 34 años (un 35,3% del total de nacimientos) y en tercer lugar las que tienen de 25 a 29 años, aunque con una aportación a la natalidad menor, ya que representan un 13,3% del total de nacidos vivos.

Las cifras
7.006 personas
fallecieron el año pasado en Gipuzkoa, la mayor cifra de la que se tiene constancia en los registros del INE desde 1930.
28,5% ha crecido
la población mayor de 85 años en el territorio desde hace siete años, y los mayores de 65 ya suponen el 21,9% del total.
El descenso del número de nacimientos, si bien es algo que viene sucediendo anualmente desde hace una década, fue especialmente acusado en 2017. El año pasado nacieron 5.593 bebés en Gipuzkoa, un 7% menos que en 2016, cuando llegaron al mundo 6.015 pequeños. Se trata de la cifra de nacimientos más baja en el territorio desde el año 1996.

Otra de las causas que explican el envejecimiento imparable de la población guipuzcoana es el aumento de la esperanza de vida. Los hombres viven cuatro años más respecto al año 2000 y su esperanza de vida se sitúa ya en los 80 años, mientras que las mujeres viven dos años más que hace quince y su esperanza de vida actual es de 86 años, según datos del Eustat. Obviando esa distinción por sexos, de media, los guipuzcoanos viven ahora hasta los 83,4 años.

Gipuzkoa gana población
No solo viven más años. Los mayores representan cada vez un mayor porcentaje del total de la población en Gipuzkoa. Aquellos que tienen 65 y más años son ya el 21,9% de los residentes y superan en casi 3 puntos porcentuales la proporción que se da en España. La población de esta edad es un 9,2% más numerosa que en 2011, y, lo que es más llamativo aún, es que los que han cumplido los 85 años han crecido en un 28,5% desde hace siete años.

No obstante, a pesar del incremento de la mortalidad y del continuo descenso de los nacimientos, Gipuzkoa ha seguido aumentando su población en los últimos años. Los últimos datos que recoge el Eustat en la estadística municipal de habitantes revelan que a 1 de enero de 2018 había 714.269 habitantes en el territorio, que sigue con su línea de aumento de población iniciada en 2012, con ganancias de 8.675 habitantes en estos siete años.

¿Cómo se explica este hecho? Gracias a la aportación de la población inmigrante. El año pasado Gipuzkoa perdió a 1.413 personas dentro de su crecimiento natural, pero sin embargo ganó a 1.468 habitantes, ya que el saldo migratorio, aquel que se obtiene de la diferencia entre las personas que salen y llegan al territorio, fue superior.

La importancia de la población extranjera es tal que en las proyecciones demográficas que realiza el Eustat para los próximos 40 años se estima que si el saldo migratorio fuese nulo, en el año 2061 Euskadi perdería más de 430.000 habitantes. Asimismo, en todos los escenarios se prevé que descienda la población de edades activas, la del grupo de los 20 a los 64 años, en un abanico que iría desde las 110.000 personas del escenario más optimista a las 540.000 del escenario que resultaría más trágico. Por el contrario, para el grupo de edad de 65 y más años el pronóstico es el aumento de sus efectivos en todos los escenarios posibles, con un incremento que podría variar entre un 43,4% y un 72% en este sector de la población.

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