Líbano acelera el retorno de los refugiados sirios

Las alarmas de una inminente bancarrota en Beirut y el paulatino cese de los combates en el país vecino impulsan la salida de los desplazados

El País, Natalia Sancha, 06-12-2018

Un millar de refugiados ha abandonado este miércoles Líbano rumbo a Siria, según ha anunciado la Seguridad General libanesa, que cifra en 50.000 los retornados en 2018. Se trata de la partida más numerosa realizada en un solo día desde que el pasado mes de julio el Gobierno en ciernes lanzara una política para incentivar el retorno de parte de los 1.5 millones de refugiados sirios que alberga el país. Mientras la sociedad libanesa apoya la retórica del Ejecutivo y se muestra favorable al retorno, los defensores de los derechos humanos advierten de que  “la guerra sigue matando en Siria”.

Sin embargo, la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) eleva a 9.000 las personas que han retornado este año a Siria debido a las iniciativas organizadas por el Gobierno libanés. Y según estos datos, casi 5.000 individuos regresaron a su país de forma espontánea, “aunque esta cifra pueda ser superior”, precisa en Beirut su portavoz, Lisa Abu Jalil. La guerra de cifras entre ACNUR y el Gobierno libanés también se da en el número de refugiados que están en territorio libanés. Mientras Beirut contabiliza en más de 1,5 millones los nacionales sirios en su territorio (que representan un cuarto de la población total), la ONU asegura que hay menos de un millón. Las posturas enfrentadas entre el Ejecutivo libanés y ACNUR sobre el devenir de los refugiados sirios se originaron en 2015, cuando Líbano cerró su frontera y prohibió todo nuevo registro de refugiados. 

Conforme saltan las alarmas de una inminente bancarrota en Beirut y los combates decaen en la vecina Siria, la salida de los refugiados se ha convertido en una prioridad en la agenda nacional. El responsable de exteriores libanés, Yibran Basil, se ha erigido como portavoz del ala más partidaria del retorno masivo de sirios a zonas de su país en los que se han acallado los combates. Esta postura ha acabado generando  una crisis con ACNUR, que advierte que “el conflicto sirio sigue activo”. Este año cierra con más de 5.000 féretros en una guerra que arrastra medio millón de muertos y que ha desplazado internamente a un tercio de los 18 millones de habitantes que tiene Siria. Por cada sirio que retornó a su hogar en 2017, tres tuvieron que desplazarse por la violencia.

Pérdidas económicas

Las ayudas de la ONU también menguan, mientras que tan solo 50.000 refugiados han sido reasentados en terceros países desde Líbano en cerca de ocho años. “La falta de voluntad política por parte de los países ricos en compartir la responsabilidad sobre la mayor crisis de refugiados en el mundo ha facilitado que los países limítrofes de Siria justifiquen sus propias iniciativas para cerrar las fronteras o devolver a los refugiados”, concluyen en un reciente informe seis ONG internacionales.

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