De la «caza al extranjero» a la «caza al ultra» en Alemania

Una web alemana llama a las empresas a despedir a sus empleados de ideología radical

ABC, Rosalía Sánchez, 04-12-2018

«Se busca. ¿Dónde trabajan estos idiotas?». Ese es el mensaje de inicio de la web de denuncia lanzada por activistas alemanes de izquierda contra simpatizantes del partido antieuropeo y antiextranjeros Alternativa para Alemania, del movimiento «Patriotas contra la islamización de Occidente» (Pegida) o de grupos de extrema derecha. Con la esperanza explícita de que los empresarios que los contratan y sus compañeros de trabajo puedan estigmatizarlos, incluye supuestamente los perfiles de 1.500 participantes en las marchas ultraderechistas del pasado mes de septiembre en Chemnitz, en una campaña de persecución sin precedentes en Alemania desde la II Guerra Mundial.

La página web lleva la firma del Centro para la Belleza Política (ZPS), que ya el año pasado ocupó portadas de prensa por haber construido una réplica del monumento a las víctimas del Holocausto de Berlín frente a la casa del Björn Höcke, representante del ala más radical de AfD, después de que este hubiese cuestionado que Alemania deba tener en su capital «un monumento de la vergüenza». Phillip Ruch, director artístico del ZPS, ha destacado «la dimensión de la investigación llevada a cabo para este proyecto», en el que asegura haber «destapado la identidad de 1.524 desertores de la democracia» y en con el que invita abiertamente a denunciar ante sus empleadores. «No se trata de una denuncia, lo que está abordando está acción es un espectro de opiniones más allá del discurso democrático». «Chemnitz podría ser el acontecimiento de 2018 en Alemania, hemos entrado en una fase de negación que queremos romper con esta acción», ha dicho en referencia a las manifestaciones ultraderechistas e incidentes xenófobos en esa ciudad que siguieron a la muerte de un alemán de origen cubano de 35 años a manos presuntamente de peticionarios de asilo. Ruch insiste en la necesidad de que las personas que participaron en aquella «caza al extranjero» sean excluidas económicamente de la sociedad.

Cecy Leonard, jefa de planificación del ZPS, remarca al hilo de ese razonamiento que «el poder y la influencia de las empresas es enorme», por lo que, justifica, pensaron que era ahí donde debían actuar. El portal lleva el nombre de «Soko Chemnitz» (Comisión Especial Chemnitz) y ofrece la posibilidad para las empresas de posicionarse y de informarse acerca de si sus propios empleados participaron en los disturbios de Chemnitz», según puede leerse en la web. Ofrece un «catálogo de enfermos ideológicos» con nombre, la primera letra del apellido, foto en la mayoría de casos, un baremo de hasta qué punto son ultraderechistas, un breve «currículum intelectual», el motivo por el cuál se les busca y la posibilidad para el usuario de aportar más datos sobre los perfiles, añadir fotos y contactar al empleador, explica Stefan Pelzer, que subraya que «la opción más importante es la que ofrece la posibilidad a la persona destapada en el perfil de arrepentirse y ser borrado del archivo siempre y cuando firme una declaración de compromiso con el Estado de derecho».

El archivo ofrece perfiles tanto de «personajes públicos» como de «simples ultras». Desde «participante activo en manifestaciones» hasta internautas que «acusan, persiguen y difaman en las redes», además de un grupo de 24 personas no identificadas por las que se ofrece una recompensa. Para elaborar los perfiles, los activistas afirman haber rastreado la actividad de estas personas en las redes sociales y haber contado con la colaboración de expertos en extrema derecha.Para los empresarios, el portal ofrece la posibilidad de descargar de forma gratuita cartas tipo de despido «por motivos de incapacidad de carácter» o «por daños a la reputación» de la empresa, en las que solamente tienen que escribir los datos del empleado, además de un buscador para detectar a los propios empleados si es que aparecen en algún rincón de la web, un «código de conducta» a firmar voluntariamente para empresarios que desean distanciarse de esos movimientos y un espacio para publicidad y asesoramiento. «No podemos dejar lo que ocurrió en Chemnitz en manos de la política y los organismos penales. Se trata de un proceso que atañe a toda la sociedad y al que todos debemos sumarnos», ha dicho Pelzer, justificando el hecho de que se invite a los usuarios a denunciar a compañeros de trabajo, vecinos o conocidos. «Ayúdennos a alejar a los correspondientes alemanes problemáticos de nuestra economía y la función pública», dice el portal. Esta misma semana, el ZPS tiene previsto ponerse en contacto con cincuenta de las empresas que cuentan en su plantilla con una de las personas que aparecen en el archivo y aseguran que los empleadores ya contactados se han mostrado agradecidos con la información recibida.

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