El buque insignia de la ONG Proactiva Open Arms ha zarpado hoy de Barcelona con rumbo al Mediterráneo central “en misión de observación y denuncia”, ha informado el presidente y fundador de la entidad Òscar Camps.

La ONG, que sigue negociando con el gobierno español poder participar en los rescates de inmigrantes en el sur de España, ha decidido echarse de nuevo a la mar porque la firma del convenio con el gobierno español para que les permita participar en rescates en el Mar de Alborán y el litoral andaluz se están demorando.

Camps ha explicado que su oenegé, que ha rescatado a miles de inmigrantes náufragos en el Mediterráneo hasta que Italia y Chipre les ha negado desembarcarlos, “lleva demasiado tiempo sin noticias de lo que ocurre” en el Mediterráneo central.

Aunque la intención inicial del Open Arms no es de ir directamente a los rescates, una portavoz de la organización ha anunciado: “nosotros siempre cumpliremos las leyes marítimas”, que obligan al rescate de las personas que se encuentran en peligro en el mar.

La intención del Open Arms es hacer “una protección” de los inmigrantes “por presencia y por difusión” y no tanto “por acción”, aunque, según la portavoz, rescataremos “a quien tengan que rescatar”.

El buque Open Arms tardará cuatro días de navegación en llegar al Mediterráneo central, donde estará en alerta durante unas tres semanas vigilando que “los que tienen que hacer los rescates los hagan”.

Para ello, la tripulación del barco escuchará por radio las conversaciones de los barcos que transitan por la zona y los patrulleros para comprobar que atienden a los posibles náufragos que se encuentren y denunciará a quien incumpla las leyes marítimas de socorro.

Respecto al convenio pendiente de firma con el gobierno español para que el buque pueda participar en las tareas de salvamento de pateras en el Mediterráneo andaluz, la portavoz de la ONG ha explicado a Efe que “no se ha cerrado convenio, pero las conversaciones tampoco están cerradas”, sino que prosiguen.

Cómo el barco Open Arms estaba atracado en Motril (Málaga) esperando la firma de este convenio que se ha demorado, la ONG decidió que regresara a Barcelona, desde donde hoy ha zarpado al Mediterráneo central.